En septiembre volvió a caer el empleo registrado: ya se perdieron más de 242 mil puestos desde la llegada de Milei
En medio del debate por la reforma laboral que impulsa el Gobierno, el empleo asalariado registrado volvió a mostrar señales de deterioro. En septiembre cayó un 0,1%, lo que equivale a la pérdida de 11.266 puestos de trabajo, según datos oficiales de la Secretaría de Trabajo basados en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
El retroceso se suma a una tendencia negativa más amplia: desde noviembre de 2023, último mes previo a la asunción de Javier Milei, el empleo registrado se redujo en 242.383 puestos, una caída del 2,4%.
Más monotributo, menos empleo asalariado
Mientras el empleo formal se contrae, el monotributo volvió a crecer, consolidándose como refugio laboral en un contexto de ajuste. En septiembre se registraron 7.588 nuevos monotributistas, y el incremento acumulado desde noviembre de 2023 alcanza los 126.177, lo que representa una suba del 6,2%.
El contraste deja en evidencia un fenómeno recurrente en los últimos meses: la sustitución de empleo asalariado por formas más precarias de inserción laboral, sin derechos ni estabilidad.
El sector público y un balance negativo
En el sector público se observó en septiembre un leve aumento de 2.233 puestos de trabajo (+0,07%). Sin embargo, el balance de mediano plazo sigue siendo negativo: desde noviembre de 2023 se perdieron 57.833 empleos públicos, una caída del 1,7%.
En total, el sistema contabilizó 10,05 millones de personas con empleo asalariado registrado —incluyendo sector privado, público y casas particulares— y 2,78 millones de trabajadores independientes, entre monotributistas y autónomos.
El sector privado, el más golpeado
La baja mensual del empleo registrado estuvo explicada principalmente por el retroceso del sector privado (-0,2%) y del trabajo en casas particulares (-0,7%), mientras que el empleo público mostró una suba marginal del 0,1%.
En términos interanuales, el panorama es aún más adverso. El empleo asalariado cayó 0,5%, lo que equivale a 53.300 puestos menos, con retrocesos en todas sus categorías. El empleo privado y el público disminuyeron ambos 0,4%, mientras que el trabajo en casas particulares sufrió una caída más pronunciada, del 3,2%.
Desplome del trabajo independiente
El deterioro fue todavía más marcado en el trabajo independiente, que registró una caída interanual del 11,9%, equivalente a 378.100 trabajadores menos. Aunque los aportantes al monotributo crecieron un 2,5%, los trabajadores autónomos se redujeron un 5,2%.
El dato más contundente fue el desplome del 63% en la cantidad de monotributistas sociales, una contracción directamente asociada a los cambios normativos impulsados por el Gobierno, que alteraron de manera drástica este régimen.
Una destrucción persistente del empleo privado
Sobre el empleo formal privado, que solo en septiembre perdió 10.606 puestos, la Secretaría de Empleo reconoció que desde septiembre de 2023 se inició una etapa de destrucción neta del empleo, que se profundizó durante el primer trimestre de 2024.
Aunque el informe oficial señala una recuperación parcial y de corta duración hacia fines de 2024, admite que en 2025 el empleo volvió a estancarse y que entre junio y septiembre se perdieron cerca de 49.000 puestos, con caídas mensuales cercanas al 0,2%.
Sectores: pocas subas y muchas caídas
El análisis por actividad mostró un escenario fragmentado. Solo tres sectores registraron subas en septiembre: Pesca (+3,5%), Electricidad, gas y agua (+0,1%) y Enseñanza (+0,1%).
En cambio, sectores clave de la estructura productiva volvieron a perder empleo, entre ellos Industria manufacturera (-0,4%), Construcción (-0,2%), Comercio (-0,2%), Transporte (-0,3%), Agricultura (-0,3%) y Minería (-0,7%).
Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, explicó que “la mayor contribución a la caída del empleo se explica por el retroceso de la construcción en 2024, mientras que en 2025 la peor parte se la está llevando la industria”.
Un fenómeno de alcance federal
La caída del empleo también tuvo un fuerte impacto territorial. En septiembre, 17 de las 24 provincias registraron bajas en el empleo formal privado. Solo siete lograron mostrar variaciones positivas, encabezadas por Chubut (+1,0%), Catamarca (+0,4%) y Santiago del Estero (+0,3%).
En el otro extremo, las mayores caídas se observaron en Tierra del Fuego y Misiones (-1,2%), Corrientes (-1,0%), Mendoza (-0,7%) y Santa Cruz (-0,6%).
Un mercado laboral cada vez más frágil
Los datos oficiales confirman que, a casi un año de iniciada la gestión libertaria, el mercado laboral continúa debilitándose, con pérdida sostenida de empleo registrado, avance del trabajo precario y un impacto extendido en todo el país. Un escenario que tensiona el debate por la reforma laboral y expone el costo social del ajuste en marcha.
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