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El secreto de Cormillot para un cuerpo en forma

Para tener la figura que queremos y en el camino mantener la mente sana, Cormillot enfatiza que las dietas disociadas o muy prohibitivas no sirven: lo importante es aquello de "menos de todo, sin prohibirse nada". Entrá en Diarioveloz.com y conocé su receta.

Alberto Cormillot, quien llegó a pesar 100 kilos en un momento de su vida, 30 kilos más de los que tiene ahora, contó a La Nación su receta para tener un cuerpo en forma y una mente sana.

Lo importante es comer bien sin pasarla mal en el camino, ni obsecionarse con la comida, alimentarse bien, sano y rico, por eso el doctor enfatiza aquello de "menos de todo, sin prohibirse nada".

"A la gente le funciona cuando tiene un para qué hacer la dieta. Tiene un sentido para dejar de comer algo rico. Porque usa su cuerpo para hacer otra cosa que le resulta tan placentero o más que comer. Después el tema está en comer varias veces por día y darse los gustos, pero en cantidades y frecuencias distintas a las de antes. No prohibirse nada", explicó.

Además, agregó que los descensos deben ser lentos: "Si hoy bajara el diablo y me hiciera firmar para que toda la gente bajara 300 gramos por semana, y lograra que esa gente se quedara contenta, yo le vendería mi alma, firmaría el contrato. Es 1,200 kg por mes, catorce kilos en un año, veintiséis en dos años. La mayoría de la gente queda flaca".

Pero desmitificó que se pueda adelgazar sin hacer dieta: "Es preciso un régimen moderado dieta moderada. Con lo que no se puede adelgazar es con una dieta estricta, porque eso inevitablemente te lleva al fracaso. Uno está torciendo una tendencia biológica que es estar gordo".

Más que nada, en los casos en que el consumo de grasas, hidratos de carbono refinados (azúcar y harinas) y sal, está instalado, porque se altera un centro de regulación del peso. Y,  "una vez que se instala, se vuelve crónico. Hay que convivir con ello y aprender a manejarlo. Se puede tener tentaciones, pero disminuyen dándose gustos. Siempre en menor cantidad que antes".

Su rutina alimenticia es "mucho más sana" de lo que le dice a la gente y explica: "Hago siete comidas, porque me levanto a las 4; desayuno a las 4.30; a las 8 como una ensalada de fruta, con las nueces aparte, que me prepara mi hija y que llevo para compartir con mis compañeros de la radio. A las 10, una galleta de avena, que siempre tengo en el auto. Y a las 12, almuerzo. A las 16, tomo la merienda; a las 18, una barrita en el canal, y a las 20.30 ceno. Mi día es muy largo, por eso hago dos colaciones a la mañana".

El gran permitido es cuando sale a comer afuera, donde "generalmente pido pastas con frutos de mar; los sábados, pescado con papas y choclo; los domingos, ravioles. Pero no mucho, medio plato".

Asimismo, agregó que es importante una buena y nueva alimentación que modifique las costumbres de los argentinos, ya que según él, en términos generales, "comemos mal"  y esta es la cuasa de que "una de cada cuatro mujeres tiene colesterol; una de cada cinco tiene anemia; el 30% de la población es hipertensa; el 53% es obesa, y el 9% es diabética".

Pero el secreto no es simplemente comer sano y menos, sino que es casi igual de importante, moverse, o "tener unos genes fenomenales como los de los que comen mucho y no engordan".

En cuanto a la moda de las dietas disociadas, Cormillot explicó que sirven "sólo como alternativa cuando uno quiere bajar rápido y hacerlo alguna vez por semana", y agregó que "la que más resultado da es comer frutas y verduras un día, al otra día una proteica, pero como recurso para acelerar el proceso de una persona que ya bajó mucho. Como dieta de sostén lo único que funciona es una que tenga de todo".