Walter Vázquez busca salidas transitorias y vuelve a quedar bajo la lupa por su libro publicado en prisión

Eduardo Vásquez, ex baterista de Callejeros, podría acceder a salidas transitorias tras más de una década de condena por el femicidio de su pareja, Wanda Taddei. El músico, sentenciado a prisión perpetua y también condenado por el incendio culposo del caso Cromañón, atraviesa un nuevo proceso de evaluación en el fuero de ejecución penal para definir si reúne las condiciones necesarias.

En octubre, el juez Axel López autorizó su ingreso al período de prueba que lo habilitaría a solicitar salidas. La decisión fue rechazada por los fiscales Guillermina Padín y Diego Yomha, y contó con la oposición expresa de la familia Taddei. A pesar de haber conseguido buenas calificaciones en informes internos —incluida una nota de 10 en conducta y evaluaciones favorables en entrevistas con especialistas— el Servicio Penitenciario Federal consideró que los avances no alcanzan para permitirle regresar temporalmente a la calle.

Vásquez está detenido en la cárcel de Devoto desde 2023, después de su paso por el penal de Ezeiza. Allí asumió diferentes actividades formativas y cumplió funciones como secretario general del Centro Universitario Devoto. A mediados de este año, enfrentó nuevamente al Equipo Interdisciplinario de Ejecución Penal, que observó progresos pero aclaró que su dictamen no es determinante para el juez.

En esas entrevistas, y por primera vez desde el hecho, decidió admitir el crimen de Wanda Taddei. Lo definió como “el peor error de su vida”. Esa confesión estuvo atravesada por un motivo personal: su actual pareja, una mujer de 37 años con quien mantiene vínculo desde antes de la tragedia de Cromañón, espera un hijo. Vásquez será padre el año próximo.

El libro que escribió desde la cárcel y el mensaje que dirigió al padre de Wanda Taddei 

En 2022, mientras cumplía condena en Ezeiza, Vásquez publicó de manera privada un libro de 356 páginas al que tituló Callejero de la vida. Se imprimieron unos 200 ejemplares y la edición estuvo a cargo de una docente universitaria. En la portada aparece un logotipo inspirado en el de su antigua banda y un par de zapatillas Topper, símbolo de las víctimas de Cromañón.

En uno de los capítulos, llamado “Pedir perdón”, el músico dedicó un texto a su ex suegro, Jorge Taddei. En ese fragmento relató cómo vivió la confirmación de su condena por parte de la Corte Suprema en 2015, un momento que describe como el cierre de una etapa. Afirmó haber atravesado un proceso interno de “reconciliación” y habló de haber aprendido sobre “el morbo de los medios” durante la causa Cromañón.

Según cuenta en el libro, en 2016 se despertó de un sueño y escribió una carta dirigida a Taddei, una carta que —de acuerdo a su propio relato— nunca llegó a entregar. En ella sostiene que siempre quiso acercarse al padre de Wanda, y agradece el trato recibido en los primeros años de relación. Le asegura que jamás sintió odio o resentimiento hacia él, y que comprendió la distancia que tomó la familia tras el crimen.

En ese escrito, Vásquez insiste en la idea de que lo ocurrido fue un “accidente repentino”, una definición que se aleja de la condena judicial por femicidio y del relato de la querella. Para Jorge Taddei, el ex músico es, simplemente, el asesino de su hija: Wanda murió luego de ser rociada con alcohol y prendida fuego.

La carta concluye con un pedido de perdón “en nombre de los dos”, acompañado de un mensaje en el que señala que no quisieron “arruinarse la vida”. Para el entorno de la víctima, este tipo de expresiones no constituyen una verdadera admisión de responsabilidad.