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El "efecto K" y una historia de película (I)

Los servicios secretos más importantes del mundo la tuvieron en la mira.

La historia del personaje al que voy a referirme se inscribe, principalmente, en las décadas del '60 y '70, si bien su fama aún perdura y es un emblema de los supuestos poderes de la mente para influir sobre el movimiento de objetos. Su nombre es Ninel Sergeyevna Mikhailova (1926-1990), más conocida como Nina Kulagina después de casarse con el ingeniero Viktor V. Kulagin, y fue una verdadera estrella psíquica rusa que, incluso, hace poco fue recordada y personificada por la actriz Anna Dorca, en el papel de "Katia Novkova", en una escena del film "Luces Rojas" (Red Lights, 2012) de Rodrigo Cortés.

Este recordatorio está relacionado a la notoriedad que alcanzó Kulagina después que se difundieran por todo el mundo algunas filmaciones donde se ve a la verdadera psíquica rusa ejerciendo sus poderes de psicokinesis (PK) y que, años después, su esposo lo personalizara como "efecto K".

El profesor Leonid Vasiliev (1891-1966), director del Departamento de Fisiología de la Universidad de Leningrado (ex URSS), fue uno de los primeros académicos que habría sido testigo de las virtudes paranormales de Kulagina. Comenzó a trabajar con ella en 1964 y su tarea estuvo principalmente orientada sobre la capacidad de percepción dermo-óptica que permitía a Kulagina identificar colores y textos mediante el tacto y con los ojos vendados. También habría realizado un experimento exitoso en el que Nina logró mover la aguja de una brújula. Si bien no existen registros fílmicos de esos trabajos de Vasiliev, pocos años después el parapsicólogo ruso Edward Naumov logró una filmación de Nina realizando esa prueba con la brújula y el modus operandi de la maga rusa seguramente no fue diferente.


Estos primeros datos -que repiten los historiadores de la parapsicología- son muy significativos y delatan que Kulagina ya recurría a algunos trucos desde el comienzo de su carrera y antes de transformarse en una estrella PK. Para movilizar la aguja de una brújula o percibir con los ojos vendados no se necesitan poderes especiales, este tipo de experiencias son archiconocidas en los repertorios de los magos que desde hace muchas décadas vienen presentando con éxito esos trucos. Tampoco sorprende que esas ingenuas afirmaciones provengan de investigadores que no han contado con la asistencia de un ilusionista para llevar a cabo esas experiencias. Basta ver la orientación y frenéticos giros del cuerpo de Kulagina para imaginarse donde ocultaba su trampa.


Suspensión de objetos en el aire

Una foto tomada durante esa década, también anticipa lo que iremos confirmando paulatinamente. La imagen de Kulagina con una pelotita de ping-pong suspendida entre sus manos, vuelve a alertarnos sobre el conocimiento de esta mujer de ciertas triquiñuelas para aparentar fenómenos paranormales. A este tipo de trucos ya me he referido en una nota anterior ["El hombre que levitaba objetos con el poder de su mente"], por lo tanto no abundaré en detalles que ya he señalado en los casos fraudulentos de Boris Yermolaev, Stanisława Tomczyk y Ladislas Lasslo. Lo importante es tener en cuenta estos antecedentes de Kulagina, que no son de menor importancia, y serán decisivos a la hora de evaluar sus "proezas" posteriores.


Diversidad de fenómenos

A estas que acabo de mencionar también se suman otras supuestas capacidades que habría tenido esta mujer pero nunca confirmadas en la literatura parapsicológica. El anecdotario incluye aptitudes para el diagnóstico y curación de enfermedades, generar actividad poltergeist, separar y juntar por PK la yema de la clara de un huevo, y poder percibir extrasensorialmente (ESP) el contenido de los bolsillos de la gente.

En cuanto a su capacidad ESP, al menos existen fragmentos fílmicos en los que se supone han intentado ponerla a prueba. Pero claro, cuando uno ve esos fragmentos sólo encuentra tres ensayos en los que la vidente rusa tiene aciertos. Desde el punto de vista científico y estadístico, es totalmente irrelevante y no demuestra nada. Pero, si bien las imágenes están editadas y son poco claras, sí nos aporta un nuevo indicio acerca de que Kulagina podría haber recurrido a otro ardid para, en este caso, simular dotes de clarividente.


En este fragmento es importante prestarle atención a la mano izquierda de Kulagina. En lo poco y rápido que puede verse, siempre sus dedos están juntos (cosa que no ocurre con los dedos de su mano derecha) y nunca expone la palma cosa que sí ocurre con la otra mano. ¿Por qué señalo esto? Muy simple y por experiencia propia, si Nina tenía oculto un espejo pequeño en esa mano, cuando la llevaba a su sien para simular mayor concentración, con un leve vistazo podía ver a través del mismo reflejado los objetivos (números y figuras) que estaban a su espalda.


Esta sospecha cobra fuerza cuando, en el segundo intento con las cifras 52 y 88, comete un error (luego lo corrige) sobre la primera invirtiendo los dígitos y arrojando el 25. Cualquiera puede hacer la prueba escribiendo estos números en un papel y al mirarlo por un espejo observará esa inversión que puede llevar a una confusión. En la siguiente foto se puede observar como se ven los números de frente (A) y como se verían reflejados en un espejo (B).


¿Fue un lapsus, se confundió, o sólo dramatizó la situación? Existe una regla en el Mentalismo (rama del Ilusionismo) que indica que no hay que ser extremadamente preciso en los aciertos para no crear sospechas. Simular algún error hasta puede ser más convincente, algo que Uri Geller sabía explotar muy bien en sus presentaciones.

Nunca sabremos con certeza qué ocurrió en esa sesión de ESP con Kulagina y menos aún con imágenes editadas y filmadas desde ángulos que favorecían la sospecha señalada del espejito mágico. Pero poco importa puesto que el brillo a nivel mundial de esta mujer no fue precisamente por sus capacidades de ESP sino de PK. Eso también fue lo que generó expectativas y sumo interés a los servicios de inteligencia por cuestiones de una posible aplicación militar y de espionaje de esa supuesta capacidad psicokinética. 

Ciencia ficción y espionaje

La leyenda cuenta, al igual que en la película "Luces Rojas", que Nina fue capaz de acelerar los latidos del corazón de una rana y luego lo detuvo hasta su muerte. De la misma manera se ha dramatizado un efecto similar y sin llegar al desenlace con un ser humano. Estas supuestas investigaciones que llevó a cabo G. Sergeyev con Kulagina en 1970 también son mencionadas en documentos desclasificados de 1972, 1975 y 1978 por la Defense Intelligence Agency (DIA) de EE.UU.



Uno de los primeros libros que dio rienda suelta a las fantasías sobre una posible aplicación militar de los fenómenos parapsicológicos en la URSS,  sea como arma secreta o de espionaje, fue  "Psychic Discoveries Behind the Iron Curtain" (1970), escrito por dos periodistas norteamericanas, Sheila Ostrander & Lynn Schroeder. Un libro sensacionalista sin el menor sentido crítico en el que frases alarmantes como "arma suprema", "sugestión a distancia", "un arma más de guerra", "adoctrinamiento y reeducación de elementos disidentes por telepatía", especulaban sobre esa posibilidad.


Fue best-seller y, tal vez, un estímulo para despertar la inquietud de los servicios secretos de EE.UU. en plena Guerra Fría. No en vano los norteamericanos iniciaron su Proyecto Stargate, una iniciativa militar y de inteligencia con fines de aprovechar los inexistentes fenómenos parapsicológicos, que fue un gran fracaso y pérdida de dinero.

En la segunda parte analizaré en profundidad las filmaciones de Kulagina y sus controvertidos poderes PK, terminando de confirmar y demostrando que todo fue un gran fraude.