¿El Diezmo? Garré denunció a 10 policías por cobrar coimas a los comerciantes
Los sospechosos están acusados de pedirle a los comerciantes dinero a cambio de seguridad policial.
Denunciaron a diez policías, cinco de ellos comisarios, por pedir coimas en los negocios a cambio de seguridad.
La denuncia surgió de una investigación llevada a cabo por el Ministerio de Seguridad y comenzó a partir de informaciones suministradas por otros compañeros de la fuerza de la Policía Federal, que estaban cansados de la corrupción.
Además de estar acusados de pedir dinero a cambio de seguridad a los comerciantes, hay contra ellos una investigación por estar sospechados de dar protección a prostíbulos, quioscos de drogas y vendedores ambulantes, a cambio de plata.
Según un diario nacional, los comerciantes pagaban entre 1500 y 1700 pesos por mes a cambio de la protección policial.
La denuncia la radicó el Ministerio de Seguridad Nacional en las comisarías 7 de Balvanera, 44 de Liniers y 28 de Parque los Patricios y fue presentada en los últimos días del mes pasado.
El expediente de una de las denuncias dice por ejemplo, que los acusados tenían "quintas", es decir comercios cuyos encargados entregan dinero a la jefatura de la seccional para contar con una vigilancia exclusiva y enviaban a la brigada de la comisaría a cobrar el dinero.
"Para cobrar las "quintas" no había horarios fijos, pero sí era durante los días de semana. Cuando procedía conforme a la ley al observar que en una galería ingresaban mercadería de marca falsificada, el encargado me dijo que tenían un arreglo con la gente de la comisaría 7a." dijo uno de los testigos en la investigación.
Además, el testigo denuncia que no lo dejaban realizar su labor: "Cuando llamé al jefe de la brigada 7a. me dijo que cuando observara contenedores con mercaderías no hiciera ningún procedimiento y agregó: ´Fijate lo que hacés´".
Las "quintas" antedichas eran los comercios de las calles Pasteur entre Corrientes y Rivadavia y Sarmiento entre el 2300 y 2700.
Los sospechosos fueron pasados a disponibilidad el 11 de septiembre pasado, algunos de ellos eran el comisario Luis Poggi, a cargo de la Circunscripción VI y Mario Trejo, jefe de la comisaría 51, los demás son un comisario inspector, cinco subcomisarios y dos comisarios más. Además hay sospechas sobre 9 oficiales más de rangos menores.
Algunos de ellos ya no se encuentran en las seccionales sospechadas porque entre la presentación espontánea del testigo y la de la denuncia, algunos de los imputados fueron trasladados de seccional.
En la investigación se descubrió que los sospechosos habían incrementado ampliamente su estado patrimonial en el último tiempo. Uno de ellos, por ejemplo, se había comprado una casa en Cariló, por la que dijo haber pagado 76 mil dólares. Otro de ellos se había comprado en el 2010 un barco de unos 120 mil dólares.
La denuncia contra el personal de la comisaría 44a. recayó en el juzgado de instrucción N° 2 y la presentación contra la seccional 28a. en el juzgado federal N° 11, a cargo del magistrado Claudio Bonadio.
Uno de los cruces hace pensar que hay una relación entre los sospechosos y la cantidad de delitos en Recoleta, ya que uno de los imputados estaba a cargo de esa zona.
La denuncia surgió de una investigación llevada a cabo por el Ministerio de Seguridad y comenzó a partir de informaciones suministradas por otros compañeros de la fuerza de la Policía Federal, que estaban cansados de la corrupción.
Además de estar acusados de pedir dinero a cambio de seguridad a los comerciantes, hay contra ellos una investigación por estar sospechados de dar protección a prostíbulos, quioscos de drogas y vendedores ambulantes, a cambio de plata.
Según un diario nacional, los comerciantes pagaban entre 1500 y 1700 pesos por mes a cambio de la protección policial.
La denuncia la radicó el Ministerio de Seguridad Nacional en las comisarías 7 de Balvanera, 44 de Liniers y 28 de Parque los Patricios y fue presentada en los últimos días del mes pasado.
El expediente de una de las denuncias dice por ejemplo, que los acusados tenían "quintas", es decir comercios cuyos encargados entregan dinero a la jefatura de la seccional para contar con una vigilancia exclusiva y enviaban a la brigada de la comisaría a cobrar el dinero.
"Para cobrar las "quintas" no había horarios fijos, pero sí era durante los días de semana. Cuando procedía conforme a la ley al observar que en una galería ingresaban mercadería de marca falsificada, el encargado me dijo que tenían un arreglo con la gente de la comisaría 7a." dijo uno de los testigos en la investigación.
Además, el testigo denuncia que no lo dejaban realizar su labor: "Cuando llamé al jefe de la brigada 7a. me dijo que cuando observara contenedores con mercaderías no hiciera ningún procedimiento y agregó: ´Fijate lo que hacés´".
Las "quintas" antedichas eran los comercios de las calles Pasteur entre Corrientes y Rivadavia y Sarmiento entre el 2300 y 2700.
Los sospechosos fueron pasados a disponibilidad el 11 de septiembre pasado, algunos de ellos eran el comisario Luis Poggi, a cargo de la Circunscripción VI y Mario Trejo, jefe de la comisaría 51, los demás son un comisario inspector, cinco subcomisarios y dos comisarios más. Además hay sospechas sobre 9 oficiales más de rangos menores.
Algunos de ellos ya no se encuentran en las seccionales sospechadas porque entre la presentación espontánea del testigo y la de la denuncia, algunos de los imputados fueron trasladados de seccional.
En la investigación se descubrió que los sospechosos habían incrementado ampliamente su estado patrimonial en el último tiempo. Uno de ellos, por ejemplo, se había comprado una casa en Cariló, por la que dijo haber pagado 76 mil dólares. Otro de ellos se había comprado en el 2010 un barco de unos 120 mil dólares.
La denuncia contra el personal de la comisaría 44a. recayó en el juzgado de instrucción N° 2 y la presentación contra la seccional 28a. en el juzgado federal N° 11, a cargo del magistrado Claudio Bonadio.
Uno de los cruces hace pensar que hay una relación entre los sospechosos y la cantidad de delitos en Recoleta, ya que uno de los imputados estaba a cargo de esa zona.