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El destierro del tío asesino de Sheila y sus mensajes familiares antes del femicidio

Un "incidente" en el predio tomado hizo que el acusado de asesinar a la nena de 10 años regresara a Paraguay.

El femicidio de Sheila Ayala, la nena de 10 años estrangulada en el barrio Trujui de San Miguel, no sólo dejó en evidencia la crueldad a la que eran sometidos los nenes del predio tomado -los hacían participar de peleas callejeras a cambio de dinero-, sino que también sacó debajo de la alfombra un violento historial intrafamiliar previo al crimen de la nena.

A Leonela la maltrataba y por eso los hermanos de ella le tenían bronca', contó a Clarín un amigo de González Rojas. 'La hija le tenía terror. Él la miraba y a la nena se le transformaba la cara'

En la noche del jueves 18, cinco días después de que el padre de Sheila denunciara su desaparición, la Policía encontró el cadáver de la nena de diez años en una de las medianeras del predio en el que vivían, además, sus tíos paternos. Estaba embolsado, con la cuerda con la que la asfixiaron todavía en su cuello y despojado de ropa.


Horas después, Fabián Esequiel González Rojas y Leonela Ayala fueron detenidos por el crimen. Según trascendió, ambos confirmaron la autoría antes los efectivos policiales y aseguraron que habían consumido drogas y alcohol, por lo que no recordaban qué le habían hecho a la menor. La declaración, carece de validez judicial, pero centró la atención en el matrimonio que esperaba, por entonces, a su cuarto hijo.

Leonela, una de las tías paternas de Sheila, dio a luz horas después a su bebé. En su declaración, aseguró no haber estado presente en el departamento que compartía con su pareja y se desligó del hecho. Pero no pudo justificar las lesiones en sus brazos que, según los peritos, son compatibles con señales de defensa por parte de la nena. González Rojas, por su parte, se negó a declarar.

Desde entonces, mucho se especuló con respecto al vínculo que mantenían los detenidos. En efecto, uno de los vecinos del barrio acudió a la Policía y advirtió que, meses antes del femicidio, lo habían encontrado a González Rojas intentando abusar de una de sus hijas. El hecho, que en su momento no fue denunciado, forma parte de la línea de investigación del fiscal Gustavo Carracedo.

Lo que realmente sucedió aquella tarde tiene, según consigna el diario Clarín, dos versiones de los hechos. Según algunos vecinos, fue Leonela quien salió de su casa al grito de: "¡Me violó, me violó!". Su pedido de ayuda fue escuchado por quienes jugaban al fútbol en unas canchitas ubicadas cerca del predio tomado. De inmediato, un grupo se acercó para "matarlo", pero el hombre encontró asilo en la casa de su madre, Elsa Rojas, también ubicada en el predio tomado.

Mientras que algunos sostienen que la víctima del ataque sexual fue Leonela, otros aseguran que, en realidad, el detenido había intentado violar a su hija de nueve años y que su madre salió desesperada a pedir ayuda. A Leonela la maltrataba y por eso los hermanos de ella le tenían bronca", señaló un vecino. "La hija le tenía terror. Él la miraba y a la nena se le transformaba la cara", sumó otra mujer.

Lo cierto es que, después del hecho, "Cachi", como le decían en el barrio, tuvo que escapar a su país natal, Paraguay. El 28 de agosto del 2017 el hombre compartió en Facebook un mensaje desde Paraguay. "La verdad, es muy lindo volver a estar en mi tierra natal. Está todo muy hermoso. Pero, ¿de qué me sirve si no salgo a ningún lado ni tengo tiempo de salir a visitar a nadie? Tampoco me acuerdo de muchas cosas, qué bronca. Pero sí agradezco a Dios que me haya dado la oportunidad de pisar de nuevo mi tierra colorada. A ver hasta cuándo. Agradezco que me haya encontrado trabajo muy pronto".

El 15 de septiembre, González Rojas volvió a actualizar sus redes sociales. En esta oportunidad, compartió una foto de su mujer y sus tres hijos. "Amo a mi familia y eso nadie lo va a poder cambiar", escribió. Ocho días después, volvió a subir la misma foto, aunque sumó una de cuando él era pequeño. "Mirar esa foto y hacerme la pregunta: '¿Ese era yo? ¿Por qué cambiaron mi destino? Quién sabrá esa respuesta. No me arrepiento porque tengo una familia hermosa y por ellos voy a luchar y salir adelante".

Todavía desde Paraguay, insistió en sus ganas de "luchar por su familia" con otro mensaje dedicado a Leonela. "Nunca sería infiel. Si se supone que estoy con la persona que quiero y me costó tener, ¿para qué querría a alguien más?", se preguntó. El detenido regresó al país a principios de octubre. Su mujer, que por entonces atravesaba el séptimo mes de embarazo, volvió a recibirlo en la casa familiar.

A pocos metros, y también por esos días, el papá de Sheila lograba quedarse con la tenencia de la nena. El jueves 11 de octubre, Yanina le entregó a Juan Carlos a sus tres hijos. Tres días después de instalarse en el barrio Tupasy, la nena de diez años desapareció. La última vez que se la vio estaba jugando con una amiguita en la puerta de la casa de su papá.