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El asesino de Úrsula Bahillo afrontará este jueves un juicio por otra causa de violencia de género

Es por una denuncia que le realizó una expareja, que lo acusó de haberla amenazado de muerte con su arma reglamentaria.

Matías Ezequiel Martínez, el oficial de la policía bonaerense acusado de asesinar de al menos 15 puñaladas a Úrsula Bahillo, enfrentará mañana un juicio oral por otro caso de violencia de género: está acusado de haber amenazado de muerte a su expareja Belén Miranda con su arma reglamentaria en 2017.

La audiencia se llevará a cabo a las 12.30 en el Juzgado en lo Correccional Nº 1 de Junín. En la causa Nº 314/2019 Martínez está imputado por “lesiones y amenazas agravadas” contra Miranda. “Estoy desesperada porque haya justicia, no tanto por mí, sino por Úrsula. Quiero sacarme esa mochila que llevo desde hace cuatro años”, confesó la víctima al diario La Nación. Ella mantuvo con él una relación de un año y lo describe como un “psicópata”: dijo que maltrataba de manera física y verbal a todas las mujeres con las que tenía relaciones, incluida ella.

Miranda lo denunció porque un día Martínez regresó del trabajo a la casa en la que ambos convivían junto con los hijos de Belén, y al ver que había sacado el colchón a ventilar porque uno de los chicos lo había manchado, él la tiró contra el elástico de madera de la cama y cuando ella cayó al piso, le apoyó el arma en la cabeza y amenazó con matarla.

Ella logró soltarse, él salió de la casa y desde afuera le apuntaba a través de la ventana. Miranda se puso delante de sus hijos para protegerlos, porque él movía el arma de un lado a otro mientras amenazaba con matarlos. Al final pudo salir corriendo junto con los chicos y llegar hasta lo de su hermano, que vive al lado, donde se encerraron en el baño y esperaron a que Martínez se fuera. Ese mismo día se dirigió a la comisaría de la Comisaría de la Mujer, donde radicó la denuncia.

Después de ese hecho su relación sentimental con el policía terminó de manera definitiva, pero su calvario continuó. Hace casi cuatro años que “lucha” con la Justicia para que la protejan, porque de nada sirvió lo que se hizo hasta ahora. Él tenía una perimetral, pero igual, como hizo con Úrsula tiempo después, cada vez que la veía, la perseguía. Mientras eso ocurría, Belén iba enterándose de más casos de violencia de género que lo vinculaban.

Hace un tiempo, Úrsula contactó a Belén, porque sabía de la relación que había tenido con Martínez. La joven le dijo: “Si me pasa algo, ya sabes que él me mató”. Entre ambas se había generado un vínculo de contención. Es por eso que, para Miranda, mañana es un “día clave”: tiene la esperanza de que la resolución beneficie a la causa de la joven asesinada. “Voy a hacer algo por ella, tarde, pero al menos algo”, dijo.

En una carta publicada en redes sociales luego del asesinato, Miranda manifestó, aludiendo a Úrsula: “Te prometí que te acompañaría, estuve y seguiré estando, aunque sé que no alcanzó; mientras te escuchaba decir que Matías te iba a matar, por dentro sabía que era cierto, porque lo conocí y porque también sufrí sus amenazas, sus empujones y hasta su arma reglamentaria apuntándome, porque lo denuncié en 2017 e igual aparecía por mi trabajo y no pude volver a mi casa por dos meses”.

Y agregó: “Debo confesarte que a veces me siento culpable y necesito decírtelo. En ocasiones tengo esa sensación horrible de que podría haber hecho algo más por vos, pero también estaba asustada y solo quería irme para estar con mis hijos”.

Miranda solicitó que Martínez esté presente en el juicio: “Pedí tenerlo cara a cara porque estoy con todas mis fuerzas. Sé que vamos a hacer justicia, eso es lo que más quiero”. El policía podría recibir una condena de uno a cinco años de prisión. “Sé que esto no es nada al lado de la perpetua que se merece por lo de Úrsula, pero tengo esperanza que esto pueda ayudar”, subrayó Miranda.

Bahillo, de 18 años, fue asesinada el lunes pasado a puñadas. Su cuerpo fue encontrado en Guido Spano, una zona rural de la ciudad de Rojas, donde había sido citada por su expareja, oficial de la policía bonaerense que estaba con carpeta psiquiátrica desde septiembre de 2020.

La víctima ya había denunciado a Martínez por violencia de género, por lo que había una medida de restricción perimetral. Se cree que el imputado la citó para tener una charla y, tras una fuerte discusión, la asesinó a puñaladas y, con la misma arma blanca, se autolesionó.

Las amigas de Úrsula utilizaron las redes como canal para dar a conocer capturas de pantalla con mensajes de la propia joven asesinada, que detallaba cómo Martínez le pegaba y cuándo había decidido denunciarlo. “Me re cagó a palos mal”, “siete meses me pegó”, y “hasta que me vi muerta, por eso lo denuncié”, fueron algunos de sus mensajes.

Al conocerse el crimen, el lunes por la noche, amigos, familiares y vecinos de Úrsula salieron a las calles para pedir Justicia y la policía reprimió con balas de goma.

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