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Cuánto suben los autos y los productos electrónicos por la devaluación

Si bien la quita del IVA frena aumentos en la canasta básica, el proceso de ajuste por la suba del dólar varía según cada rubro. 

“El salto del dólar produjo una fuerte distorsión de los precios relativos y no todas las empresas tienen el mismo margen para ajustar”, resume Soledad Pérez Duhalde, economista de la consultora Abeceb. El escenario es complejo y se contraponen variables, como el nuevo tipo de cambio, suba de costos, tarifas congeladas en servicios y combustibles y la quita del IVA a productos básicos, entre otras.

Así las cosas, los valores de autos, motos, electrónicos, propiedades y artículos básicos corren a diferentes velocidades, coincidieron fuentes de esos sectores consultados por el Económico. “Hay mucha confusión y existe una pérdida de noción de los precios, incluso se producen remarcaciones que no tienen justificativo. Apenas el 30% de los rubros están dolarizados”, se lamentó Pedro Cascales, vocero de la CAME, la cámara del comercio minorista. El directivo considera que “en esta neblina, muchos consumidores convalidan subas”.

Más allá de las cuestiones técnicas, el dólar es la principal variable de referencia para la economía. Frente a la devaluación del peso, cercana al 25%, el Gobierno reaccionó con medidas para contener la suba de precios. En forma parcial, algunas tuvieron efecto inmediato, especialmente la quita del IVA (21%) por parte de los supermercados. “Sorprendió la rapidez de la baja en las góndolas. En nuestro caso, la medida abarca a más de 1.500 productos y formatos, y en líneas generales licuó el efecto del traslado a precios de la devaluación”, graficó Juan Quiroga, de Walmart.

Fuerte disparidad de precios según el canal de venta. La quita del IVA amortiguó el impacto de la devaluación. Sin embargo, no se aplica en tiendas, ferias y almacenes. Las ventas retroceden 7,6%. Por la suba del dólar, Chevrolet aumentó 23% sus precios. El resto aplicó subas de entre 10 y 13%. La única excepción es Toyota, que analiza implementar ajustes en sus listas a partir de septiembre.

Altamente dependiente de insumos dolarizados, el proceso de ajuste de precios “será gradual” y varía según las necesidades financieras, de costos y stock de cada fabricante y cadena comercial. Como los precios de las viviendas no bajan, la ecuación para construir mejoró con la suba del dólar. Parte de los costos (mano de obra, ladrillos, cemento) son en pesos. Pero las ventas vienen muy mal.

Precisamente, ése era el objetivo del Gobierno. El propio Dante Sica, ministro de la Producción, dijo la semana pasada que la baja del IVA abarca el 70% de los productos de la canasta básica “y nos permitirá absorber los aumentos de esta semana y tal vez de las próximas”. Por otro lado, el funcionario adelantó que “en la primera semana de septiembre nos sentaremos con las empresas que tienen productos en Precios Cuidados” para evaluar el impacto de la suba del dólar y la continuidad del programa.

Pero la eliminación del IVA no llega a todos los canales. “Es más fácil de controlar en las cadenas, que en autoservicios y almacenes”, aclara Facundo Aragón, de la consultora Nielsen. El entendido, por otro lado, sostuvo que la fuerte caída del consumo y la recesión impidió alinear los precios con el dólar. “En las últimas devaluaciones, parte de los costos fueron absorbidos por los supermercados. Es probable que ahora ocurra lo mismo”, opinó.

En el acumulado de enero a julio, las ventas de artículos masivos (alimentos, bebidas, tocador y limpieza) cayeron 7,6%, según datos de Scentia. “En estos días llegaron listas con aumentos de hasta el 30%, muy por arriba de la devaluación”, explica Osvaldo del Río, director de esa consultora. Para el entendido, el dólar representa apenas el 20% del costo promedio de un producto. “Tiene un efecto más sicológico que real, pero está instalado que cuando el dólar sube, los precios acompañan”.

El dólar impacta de lleno en el sector automotor. El 70% de los autos que se venden en el país son importados. La reacción de las marcas y los fabricantes también fue despareja: Chevrolet ya ajustó 23% sus precios y el resto aplicó subas de entre 10 y 13%. Toyota fue la única que no actualizó su lista, ya que la compañía japonesa exporta el 80% de su producción y postergó la actualización para septiembre. “La mejora coyuntural por la fluctuación del tipo de cambio nos permite minimizar su impacto en el mercado doméstico”, explicó su gerente de Asuntos Corporativos, Diego Prado.

Entre enero y julio se patentaron casi 300.000 unidades, lo que representa una caída de 47,3%, según datos de ACARA, la cámara de los concesionarios. El mismo informe registra una caída casi idéntica (47,5%) en la cantidad de planes de ahorro, la principal fuente de financiación para la compra de 0 km, cuyas cuotas se actualizan en función del precio total del vehículo. Administrada por las propias terminales, la operatoria ya venía afectada desde la primera devaluación, en abril del año pasado.

La venta de bienes durables, dicen los especialistas, depende de los precios pero sobre todo del acceso a la financiación. Sin embargo, el salto del dólar complica los buenos resultados del relanzamiento del “Ahora 12”, que reactivó varios rubros muy golpeados, como indumentaria, calzado y materiales para la construcción. En la industria electrónica aseguran que el traslado del nuevo tipo de cambio “será un proceso gradual, dependiendo de la situación de cada fabricante y cada retail”, interpreta Luis Galli, CEO del grupo fueguino Newsan.

En el sector estiman que la incidencia del importado oscila entre el 60 y 70% en productos electrónicos (celulares, laptops y TV) y poco más del 50%, en el caso de la línea blanca (heladeras, lavarropas y cocinas). “Pero la política de aumento de precios -aclaró Galli- varía de acuerdo con la posibilidad de concretarlos y según las necesidades financieras, los costos fijos y el nivel de stock de las empresas y comerciantes”.

Al igual que en otros sectores, muchos consumidores intentaron adelantarse a los aumentos en tecnología. Cuando el dólar cruzó la barrera de los $60, subraya el titular de la AFARTE, Federico Hellemeyer, “muchos comercios registraron un aumento de la actividad”, algo habitual en escenarios de alta volatilidad. Igual, las perspectivas de venta y producción son muy pesimistas. “En el primer semestre, estábamos por debajo de las cifras proyectadas, que ya eran muy malas”, dijo el directivo.

La construcción es la otra cara de la moneda. La suba del dólar mejora la ecuación de los desarrolladores, cuyos costos (cemento, ladrillos y mano de obra) son en pesos, pero el precio de las viviendas se resiste a bajar. Sin embargo, “las ventas están en los mínimos históricos”, grafica Germán Gómez Picasso, director de la consultora Reporte Inmobiliario.

“A corto plazo, la foto es buena pero es difícil anticipar el final de la película”, señala el director de Argencons, Carlos Spina. Por otro lado, aclara que “si bien los precios de los activos se mantuvieron, eso produce un desencuentro de la oferta y demanda. Los precios están altos pero las operaciones, casi detenidas”.

Según el último informe del Colegio de Escribanos, la cantidad de escrituras en la Capital cayó en julio 27,6% y “es uno de los peores meses desde la década del 90”, explica Gómez Picasso. En este contexto de incertidumbre por la suba del dólar y las elecciones, “existe un descalce muy fuerte entre los precios que piden los propietarios y lo que la gente está dispuesta a pagar”. El mercado hoy, está en pausa hasta que aclare.

“La reacción fue importante, porque nos permite fijar precios de referencia para todo el mercado tras la suba del dólar. Y una vez que se estabilice el tipo de cambio evaluaremos otras medidas”, dice Werner.

Con respecto al relanzamiento del programa Ahora 12 (que extendió plazos y abarcó nuevos rubros), el funcionario destacó que inicialmente superó todas las expectativas. En julio, antes de conocerse el resultado de las PASO, se otorgaron $30.000 millones en créditos para compra de bienes durables, calzado, indumentaria y materiales para la construcción. “Nuestra estimación para agosto es alcanzar una cifra similar”, añadió. Sobre posibles nuevas medidas, “lo analizaremos en conjunto con los sectores una vez que se estabilice el tipo de cambio”, finalizó el funcionario.

El traslado a precios de la última devaluación varía según cada rubro. No por falta de reflejos de comercios y fabricantes, sino por la realidad que afronta cada sector. “El salto del dólar produjo una fuerte distorsión de los precios relativos y no todas las empresas tienen el mismo margen para ajustar”, resume Soledad Pérez Duhalde, economista de la consultora Abeceb. El escenario es complejo y se contraponen variables, como el nuevo tipo de cambio, suba de costos, tarifas congeladas en servicios y combustibles y la quita del IVA a productos básicos, entre otras.

Así las cosas, los valores de autos, motos, electrónicos, propiedades y artículos básicos corren a diferentes velocidades, coincidieron fuentes de esos sectores consultados por el Económico. “Hay mucha confusión y existe una pérdida de noción de los precios, incluso se producen remarcaciones que no tienen justificativo. Apenas el 30% de los rubros están dolarizados”, se lamentó Pedro Cascales, vocero de la CAME, la cámara del comercio minorista. El directivo considera que “en esta neblina, muchos consumidores convalidan subas”.

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