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Crimen de Fernando Báez Sosa: así vive Máximo Thomsen sin liderazgo en la cárcel

El joven está señalado como el autor del golpe final que terminó con la vida de Fernando, de 18 años, hace dos veranos en Villa Gesell. 


Máximo Thomsen llevaba una camisa oscura con tres botones desabrochados. Caminaba desafiante, con los brazos tensos y los puños aún listos para pegar. Antes de irse del lugar volteó su cabeza y miró una vez más a Fernando Báez Sosa, que yacía en el suelo, en cuero, sin ningún signo vital.

La secuencia quedó registrada en un video que circuló por las redes sociales apenas algunas horas más tarde del asesinato del joven de 18 años. Fue la última imagen de Fernando.

No así la de Máximo Thomsen, que luego del asesinato se abrazó con sus amigos, se dirigió a cambiarse la ropa a la casa que alquilaban en la ciudad balnearia y culminó aquella madrugada comiendo una hamburguesa en un local de comidas rápidas.

Su andar en aquel video exhibía mucho más que una postura prepotente. Más bien representaba el liderazgo que ejercía sobre su grupo de amigos, que al igual que él fueron detenidos durante aquella mañana del 18 de enero de 2020.

Hoy, a dos años del brutal asesinato de Fernando Báez Sosa, Thomsen ya no cuenta con la potestad de sugerir a qué boliche ir a bailar ni tampoco puede decirles a sus amigos que utilicen otra ropa para volver a caminar por el centro de Villa Gesell sin que los reconozcan.

Detenido en la Alcaidía N°3 de La Plata junto a Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz, comparte los mismos temores que ellos y aguarda que una prueba modifique su situación respecto al resto.

“Están todos en la misma, no hay uno por sobre el resto. No existe un ‘cabecilla’ como se dice en la jerga carcelaria. Se los ve como a un grupo de amigos que se mueven en bloque. Están juntos, dialogan despacio y gesticulan poco”, reveló a TN una fuente oficial.

Los jueves reciben las visitas de sus familiares. Thomsen, al igual que sus compañeros de pabellón, se reunió con sus padres el pasado jueves y recibió mercadería y otros artículos personales, según pudo saber este medio.

Qué hay detrás del “pacto de silencio” entre los acusados del crimen de Fernando Báez Sosa

Los rugbiers están ubicados de a dos en cuatro celdas contiguas y permanecen 21 horas encerrados en ellas. “Salen únicamente para ver el sol”, reveló una fuente judicial a este medio luego de que se conociera que el inicio del juicio oral se iniciará el 2 de enero de 2023.

TN se comunicó con Hugo Tomei, abogado de los acusados, con el propósito de establecer si entre Thomsen y sus amigos existió un pacto de silencio respecto a las responsabilidad del hecho y si este se mantiene aún estando presos. El letrado prefirió no dar declaraciones al respecto.

El notorio pacto de silencio exhibido por los rugbiers implicó que ninguno de ellos declarara ante la fiscal Viviana Zamboni. La defensa reclama que esas condiciones no permitieron que ellos hablaran.

“No lo hicieron no porque no quisieron, sino porque no contaron con un escenario propicio para hacerlo. Jamás les mostraron los videos ni les dijeron puntualmente a cada uno de qué se los acusa. Es decir, el grado de participación en el hecho”, explicaban hace un tiempo desde el entorno de los detenidos.

Pero aunque la defensa reclame específicamente esta cuestión, es Máximo Thomsen quien posee una situación judicial mucho más complicada. No solo por lo descripto en el comienzo de la nota sino porque una de las zapatillas de lona negra que llevaba aquella noche fue hallada con manchas de sangre.

El golpe que mató a Báez Sosa: la prueba a la que se aferra Máximo Thomsen
Cuando recién se habían cumplido seis meses del asesinato ocurrido frente a la disco Le Brique, la fiscal Verónica Zamboni recibió las pericias scopométricas que buscaban determinar de quién era la impronta que dejó la marca de un calzado en el rostro de Fernando Báez Sosa.

El Laboratorio Scopométrico de la Policía Federal en Mar del Plata arribó a la conclusión de que la impronta de la zapatilla coincidía con el pie de Thomsen.

Thomsen -al igual que el resto de los detenidos- fue imputado como coautor del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.

Desde su entorno indican por lo bajo que fueron los medios de comunicación quienes le atribuyeron un rol preponderante en el hecho y que la Justicia no posee una prueba determinante para atribuirle a él una condena más alta por el crimen.

Es justamente este el punto al que se aferra Thomsen para intentar no recibir una pena más alta que sus amigos. Se trata de la declaración testimonial de Diego Duarte, traumatólogo del Cuerpo Médico de la Policía Científica de Pinamar, quien participó en la autopsia de Báez Sosa.

El documento al que accedió TN fue entregado el 28 de febrero de 2020 y detalla la autopsia realizada el 18 de enero de aquel año a las 12 del mediodía. Allí Duarte especificó que el shock neurogénico que produjo el paro cardiorrespiratorio que originó el deceso fue producto de los golpes que Fernando Báez Sosa recibió en su cabeza.

El hecho que busca remarcar la defensa de los ocho acusados -especialmente en el caso de Thomsen- es en el que Duarte asegura que no puede “determinar cuál de todos los golpes y lesiones que describí en dicha zona fue el que le ocasionó el deceso”.

“Todo el cuadro que presentaba culminó en el fallecimiento”, destacó el especialista forense.

Pero hay otro indicio que complica a Thomsen, hijo de Rosalía Zárate, exsecretaria de Obras Públicas de Zárate, es el que se halló en un audio enviado al grupo de WhatsApp que tenían los rugbiers.

Un joven, identificado como Juan Ignacio Neme, dijo en la nota de voz: “Estaban en Le Brique y un chabón se le hizo el lindo a Chano Pertossi. Se pelearon ahí, los sacaron del boliche y los sacaron a los pibes. Como estaba Gendarmería, no hicieron nada ahí. Cuando se fue Gendarmería, se empezaron a cagar a palos de nuevo y me dijeron que Enzo (Comelli) lo tiró al piso al chabón y Machu (Thomsen) le pegó no sé cuántas patadas en la cabeza y que en la última lo mató”.


Con información de TN.

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