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Creen que el hijo de la jubilada asesinada en San Isidro movió el cadáver para simular un robo

La víctima tenía 91 años y su hijo está detenido por el homicidio. Para los fiscales, el acusado movió el cuerpo de su madre y montó la escena de un supuesto robo antes de llamar a la policía.

La fiscal que investiga el caso de la jubilada asesinada de un cuchillazo en el cuello en su casa de San Isidro, sospecha que el cuerpo fue movido de lugar en la escena del crimen. También, investiga si quien lo hizo fue el hijo de la víctima, detenido por el caso.

Se trata de Aldo Di Paolo, de 65 años, quien habría montado la escena de un supuesto robo antes de llamar a la policía, informaron fuentes judiciales a Télam.

María Cristina De Vincenti, de 91 años, apareció tendida boca arriba en el piso de la cocina de su casa y así dijeron haberla encontrado tanto su hijo como una vecina de la cuadra que también ingresó al lugar, en Avellaneda al 1100.

Sin embargo, las marcas que presentaba el cadáver no coinciden con las que deberían haber aparecido en esa posición -las manchas deberían estar en la región dorsal-, sino que estaban como si el cuerpo hubiera estado en posición sentado.

“El dato objetivo es que alguien movió el cadáver y nuestra sospecha es que quien lo hizo fue el imputado Aldo Di Paolo el miércoles por la noche, cuando generó algo de desorden y armó la escena de un supuesto robo en la casa de su madre. Lo tenemos filmado entrando a la casa, saliendo tras unos minutos y luego volviendo a entrar antes de que llame a la policía”, dijo a la misma agencia una fuente judicial.

Actualmente, Di Paolo está detenido por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía”, delito que prevé una pena de prisión perpetua.

 

Dudas sobre el crimen de la jubilada

Durante el relevamiento de evidencias en la escena del crimen hubo algunos detalles que llamaron la atención de los investigadores: la puerta de entrada no estaba forzada, la mujer se movilizaba en silla de ruedas, por lo que era difícil que presentara resistencia ante un robo. Inmediatamente, le realizaron un par de preguntas al hijo de la víctima y notaron inconsistencias en su relato.

En un primer momento, Di Paolo había declarado que la puerta se encontraba cerrada pero sin llave, y pidió que le pregunten a los vecinos que solían ver a la mujer en su silla de ruedas en la entrada de la vivienda y que tal vez el homicidio fue producto de una entradera.

El sospechoso había sido quien supuestamente había descubierto el cuerpo de su madre y dio aviso a la policía. En un principio, la hipótesis era que se había tratado de un robo seguido de homicidio, ya que faltaban algunas pertenencias en el hogar como, joyas y el celular de la mujer.

Al momento del supuesto hallazgo, la víctima se encontraba tirada en el piso de su cocina con un cuchillo clavado en el lado izquierdo del cuello. Según los investigadores, el arma que utilizaron para cometer el crimen pertenecería a la misma casa.

Las evidencias en las filmaciones y una almohada con sangre

Las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, muestran al hombre 72 horas antes del crimen entrando a la casa de su madre sin nada en las manos y luego se lo ve salir con dos bolsas. Según los investigadores, esto marca un accionar extraño que lo incrimina.

Tras encontrar contradicciones en su relato, la fiscalía ordenó un allanamiento realizado en su domicilio, ubicado en la calle Herrera al 886 de Las Lomas, donde la policía secuestró 3000 dólares, $900.000, dos tablets, una notebook, dos teléfonos celulares y un almohadón con aparentes manchas de sangre.

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