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Coronavirus: los expertos señalan que el ritmo de contagios en el AMBA es similar al vivido en mayo

Las infecciones se dispararon en diciembre. Por qué el escenario en la ciudad y la provincia de Buenos Aires se parece al de medio año atrás.

El Gobierno está preocupado por el nuevo aumento de casos de coronavirus que se informan día a día, que retomaron los niveles de los peores momentos de la pandemia en el país. Según expertos, el ritmo de contagios es similar al que tuvo lugar en mayo.

“Parece repetirse la dinámica trifásica de la Argentina: primero suben los casos de coronavirus en el AMBA. En segunda instancia, en el interior de la provincia de Buenos Aires. Y en una tercera instancia, en el interior del país” describió Javier Farina, médico infectólogo de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).

En cuanto a la velocidad en que se duplican los nuevos contagiados de cada día, en el radio metropolitano se viven escenas iguales a las de mayo y junio.

Hay muchas variables para medir la pandemia. Para justificar el puente comparativo propuesto en estas líneas viene bien ver el tiempo de duplicación de nuevos casos. Es decir, considerar dentro de cuántos días tendremos, en una sola jornada, el doble de casos que, por ejemplo, se reportarán este martes. El resultado hablará del ritmo en que avanza la pandemia.

Como ya se sabe por experiencia, el problema es la tolerancia del sistema de salud. No es lo mismo llenar de agua una botella en cómodas gotas que hacerlo con un vigoroso y abundante chorro.

Para Farina, la situación que hoy vive el ámbito porteño –con más de mil casos por día en las primeras jornadas de enero- es comparable a la de fines de abril o principios de mayo.

Para verlo “se puede calcular el incremento porcentual semana a semana, tomando siempre el promedio de los últimos siete días”, de modo de evitar altibajos accidentales, producto de variables que entorpecen el análisis: las demoras en las cargas de datos y la irregularidad del número de testeos diarios, entre otros. “O sea, habría que ver el porcentaje en que aumentan los casos positivos, según el promedio semanal. En las últimas semanas, en la ciudad de Buenos Aires fue de más del 200 por ciento”, reforzó Farina.

Si hay una diferencia evidente con el final del primer semestre del año pasado es que ahora “no partimos de cero sino de miles”, dijo el infectólogo, en referencia a la altísima base de la curva, simbolizada en los (ya) 1.648.940 casos de Covid positivo y las 43.375 muertes que se registraban en Argentina.

En otras palabras, “la inclinación de la curva y la velocidad de incremento de casos es, en el AMBA, muy similar a los de abril-mayo, con la diferencia de que ya tenemos pacientes internados, con lo cual el número final, la ocupación de camas generales y cuidados críticos ya va a ser mayor. Esto es lo que preocupa un poco".

Con esta perspectiva coincidió Rodrigo Quiroga, químico de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador del Conicet especializado en desarrollo de fármacos, biología molecular y bioinformática.

Sin embargo, aunque apuntó que “en cuanto al tiempo de duplicación estamos parecidos a la situación de fines de mayo, principios de junio”, hizo una salvedad: y es que ahora se está testeando "mucho mejor, quizás el doble que en esos meses".

Por cierto, otra diferencia es que a mediados del año pasado, el protocolo para la determinación de un caso sospechoso era muy distinto del actual. Entonces, “los casos que salían a la luz eran los más severos, y quedaban invisibilizados, por no calificar para el testeo, muchísimos leves y asintomáticos”.

A la vez, es justo remarcar que "la cantidad de fallecidos o cantidad de internados en terapia intensiva es, ahora, más o menos la mitad respecto de ese momento, lo cual indicaría que no estamos tan graves como entonces".

Pero ninguno de estos matices desalienta la urgente comparación y el llamado a recordar el aprendizaje de estos meses, en especial cuando el horizonte que varios epidemiólogos pronostican es el de que, a este ritmo, sin dudas patearemos dos veces la misma piedra.

Entre las verdades inescrutables que hoy pueden reportarse está que los casos de coronavirus crecen en el AMBA en forma sostenida desde el fin de semana largo del 8 de diciembre. Entonces, la ciudad de Buenos Aires tenía 276 casos por día (promedio de la semana anterior). Ahora, 795, casi una triplicación que supone un tiempo de duplicación de 16 días. Igual que en mayo-junio.

En la provincia de Buenos Aires, el 7 de diciembre había 1.248 nuevos casos diarios y al 31 de diciembre eran 2.921, un tiempo de duplicación de 20 días, como ocurrió en junio.

Y retomando la “dinámica trifásica” de Farina, a nivel nacional la cosa es más incierta. Según Quiroga, incluso estamos a tiempo de frenar la proliferación de contagios por las provincias, es decir, volver a la duplicación cada 15 días que se vio en agosto y septiembre.

En cifras nacionales, explicó Quiroga, “el 7 de diciembre había 4.535 casos diarios (promedio de los últimos siete días), y el último día de 2020, 7.517”. Es decir que el tiempo de duplicación hoy es de 38 días.

Para el experto resulta un poco enigmático por qué los casos suben tan enfáticamente en el AMBA y en las principales ciudades de América latina, que, igual que nosotros, “están en pleno verano”, como si "la flexibilización de la gente no lo explicara todo".

Porque, ¿alguien recuerda que la suba de infectados puntualmente en el AMBA fue producto de la falta de control en la "importación" de casos positivos desde el exterior? No es el caso ahora...

Quiroga no quiere descartar que el alza repentina se deba en parte al relajamiento colectivo, y en parte a que esté circulando -como en Europa- alguna variante del virus que suponga mayor contagiosidad, “quizás la misma de Río de Janeiro”, como adelantó esta semana Clarín.

Pero, opinó Quiroga, más allá de algún fenómeno adicional a la falta de cuidados, “protegerse uno y a los demás sigue siendo absolutamente central. Si no hubiera relajamiento en los cuidados, si no hubiera reuniones con aire acondicionado sin ventilación, gente que no usa barbijo... no subirían los casos. Quizás el relajamiento no explique todo, pero sin dudas no ayuda y es responsable del aumento de los contagios".

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