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Con sus hijas, en Punta

Juliana Awada paseó con Antonia y Valentina. Apenas tiene un mes y medio de vida y Antonia Macri ya conoció Punta del Este. Aprovechando el fin de semana largo , su mamá Juliana Awada,(36) se instaló junto a su otra hija, Valentina (8) en Terrazas de Manantiales, la tradicional residencia veraniega de la familia de su marido, Mauricio Macri (51).

Con una silueta recuperada, sombrero y anteojos de sol, Juliana fue a almorzar a La Huella en José Ignacio acompañada de su hermana Soraida.

A pesar de que la beba es muy pequeña, "Jula", como le dice su marido, la lleva a todas partes con ella y si bien está pendiente de sus dos hijas, en todo momento, se comporta con una naturalidad asombrosa. "Nosotros nos adaptamos a ella y ella a nosotros. Es muy tranquila. Todos estamos enamorados de Antonia" dijo la empresaria con una simpatía y una figura, que sorprendió aún a los uruguayos que estaban en el lugar. Lejos de estar celosa, su hija mayor, Valentina - fruto del anterior matrimonio de Awada con Bruno Barbier (46)', participa de los cuidados de su hermanita y disfruta de los paseos junto a ella, su madre y también junto al Jefe de gobierno, con quien es muy compinche.

La rutina de las minivacaciones de madre e hija, incluyó juegos, paseos y salidas en familia para que las chicas disfrutaran el buen clima que les tocó en todo el fin de semana."Valentina ya se adaptó y adora a la hermana. En general todos los hijos de Mauri están felices con la llegada de Antonia, estamos todos muy unidos. Ella trajo mucha alegría a toda la familia", dijo Juliana. Por su parte Mauricio declaró hace unos días: "Estoy profundamente enamorado de mi mujer y en consecuencia profundamente enamorado de la beba que me dio. Valentina no es mi hija pero la amo como si lo fuera. Es un sol. Hemos formado una verdadera familia. Este solcito me agarra en un momento de la vida diferente, estoy más grande, más maduro, tengo otra capacidad de gozo y la disfruto a pleno. Creí que iba a ser morochita y con los ojos de la madre. En realidad quería que fuera así. Pero es muy parecida a mí. Es una experiencia fascinante, es como ser papá primerizo. A los dos nos encanta Punta del Este, pero con fula no somos exquisitos, la pasamos bien eh cualquier lado. Ella es muy divertida. Siempre sonría. Lo único que nos importa es estar juntos", concluyó.