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Caso Belsunce: comienzan a declarar todos los testigos

El juicio por el encubrimiento del crimen de María Marta García Belsunce continuará hoy con la finalización de la indagatoria del imputado y medio hermano de la víctima John Hurtig y seguirá con la declaración de los primeros siete testigos convocados por la fiscalía.

Por esta semana, las audiencias serán lunes, miércoles y jueves -se habían acordado de martes a jueves-, y la de hoy empezará a las 10, en el entrepiso del edificio judicial situado en Ituzaingó 340.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Isidro escuchará en primer lugar la inconclusa indagatoria que John Hurtig (46) había comenzado el martes pasado, interrumpida cuando los jueces decidieron que antes de que declaren más imputados y testigos, lo mejor era realizar una inspección ocular en el country Carmel para conocer lo lugares clave para la causa.

Así, el jueves último, los miembros del tribunal, fiscales, mputados y defensores recorrieron durante dos horas el country y en especial la casa donde fue asesinada la socióloga, la del imputado Guillermo Bártoli y los caminos internos desde la entrada hasta el chalet del matrimonio Carrascosa.

En los 15 minutos que declaró, Hurtig descargó 9 años de bronca contra los fiscales que lo acusan de encubrimiento, clamó su inocencia y la de toda su familia y pidió que se busque al verdadero asesino de su hermana.

"Me acusa de haber ocultado prueba que yo mismo recuperé. Es verdad, ¡yo tiré el `pituto`!, pero yo lo recuperé ¿De qué encubrimiento me están hablando? ¡Por qué no buscan al que mató a María Marta!", fueron algunas de las frases que el asesor de seguros por momentos gritó en la sala de audiencias.

Luego de Hurtig, comenzarán a declarar los primeros siete testigos citados por los fiscales Laura Zyseskind, Leonardo Loiterstein y Daniel Márquez.

Fuentes judiciales indicaron a Télam que los testigos deberán tener cuidado a la hora de declarar, ya que el TOC 1 de San Isidro, integrado por María Elena Márquez, Alberto Ortolani y Ariel Introzzi Truglia, tiene la estadística más alta de detenciones por falso testimonio en juicios orales.
La idea de los fiscales es recrear de manera cronológica cómo fue aquel 27 de octubre de 2002 en el Carmel y los movimientos de los protagonistas de la causa.

Los siete testigos de hoy son: Teresa Castagna (empleada doméstica de Sergio Binello, imputado y amigo del matrimonio Carrascosa), Arturo Campos (casero de los Binello), Jorge García Zavaleta (vecino de Carmel), Delfina Figueroa (vio el partido Boca-River en lo de Bártoli), Catalina Vargas (mucama de Bártoli), Ramón Acosta y Víctor Hugo Contreras (ambos vigiladores).

Todos ellos también declararon en 2007 en el primer juicio oral por el caso en el que el viudo Carlos Carrascosa fue condenado por encubrimiento agravado, fallo que en 2009 cambió la Cámara de Casación al aplicarle la prisión perpetua como autor del homicidio calificado de su esposa.

Castagna y Campos son los empleados de la familia Binello que el mediodía de aquel 27 de octubre de 2002 vieron almorzar en la casa de sus patrones a Carrascosa y María Marta, aunque al menos en el primer juicio dijeron no recordar que allí también estuvo Bártoli en la sobremesa, como este imputado afirmó en la causa.

García Zavaleta es un testigo que vio a María Marta y a Viviana Binello -esposa del imputado- jugar en las canchas de tenis del Carmel pero, además, por la tarde fue a tomar el té a la casa de su padre, que es lindera a la de Carrascosa, y no escuchó nada raro en el horario en el que asesinaron a la víctima.

Aquella tarde, Delfina Figueroa y su novio Diego Piazza vieron el clásico Boca-River en la casa de Bártoli.

La idea de los fiscales con Figueroa será determinar quiénes estaban en la vivienda al momento del partido y a qué hora llegó María Marta a ese lugar cuando la lluvia la obligó a suspender el partido de tenis con Viviana Binello, y si es cierto que Bártoli la llevó a ella y a su novio en auto hasta su casa.

En el juicio de 2007, Figueroa casi queda presa por falso testimonio porque primero dijo que de la vivienda de Bártoli se habían ido en el auto de su novio y luego se rectificó y declaró, al igual que en la instrucción, que había sido el dueño de casa  quien los alcanzó.

El testimonio de Vargas será clave ya que la empleada doméstica de Bártoli es la que afirmó con seguridad que a las 18 de aquel día, luego del Boca-River, nadie había quedado en el living de la casa, donde ella fue a levantar los posillos de café y té.

Esto derriba la coartada histórica que compartieron Carrascosa y Bártoli, respecto de que ellos, al término del clásico, se quedaron en el living viendo un segundo partido, Independiente-Rosario Central.

Los últimos dos testigos serán Acosta y Contreras, quienes trabajaban en la empresa "Cazadores" y aquella tarde eran los encargados de vigilar de cerca al polémico vecino de Carmel Nicolás Pachelo y a su esposa (les decían "Romeo y Julieta"), quienes estaban bajo sospecha por una serie de robos dentro del barrio privado.