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Buscan bebé cuya madre adolescente confesó haber matado y enterrado

La justicia y la Policía de Catamarca buscan a un recién nacido luego de que la madre del niño, de 17 años, confesara que tras dar a luz lo había matado porque lloraba.

La menor de edad, que al parecer parió al bebe de ocho meses de gestación en Fiambalá, admitió ante la justicia que asesinó al niño y afirmó que lo había "tirado a los chanchos porque lloraba mucho".

La policía de la localidad de Fiambalá, del departamento de Tinogasta, realizaba desde hace una semana distintos rastrillajes para dar con el paradero del bebé, en el marco de una causa que instruye el fiscal Ezequiel Walther.

 El funcionario judicial dispuso que la policía fiambalense, al mando del oficial Alejandro Marinero, efectúe excavaciones y rastrillajes en cercanías de la vivienda de la menor de edad en busca del cuerpo de su hijo.

La adolescente había asegurado que "lo tiro a los chanchos porque lloraba mucho" al parecer para despistar a los investigadores pero después afirmó ante la fiscalía que como el bebé lloraba, lo mató y lo enterró debajo de un pedregal en cercanías de su casa.

El hecho salió a luz luego de una denuncia médica que reportó el centro sanitario de Palo Blanco, donde había llegado una adolescente con signos de haber parido y que tenía un avanzado proceso de infección.

Esto provocó la intervención de la fiscalía de la Quinta Circunscripción de Tinogasta a cargo de Silvia Álvarez, quien ordenó el traslado de la joven a la Maternidad 25 de Mayo de la capital catamarqueña y la búsqueda del bebé. El panorama, según fuentes judiciales consultadas por el diario El Ancasti, se tornó complejo porque la Justicia tuvo en cuenta que la agente sanitaria de la zona, que fue quien llevó a la adolescente hacia la posta de Pablo Blanco, había sido cuestionada en otras oportunidades por casos de abortos y ventas de bebés.

 Los investigadores dijeron que no descartan ninguna hipótesis y buscaban al niño a través de redes clandestinas. Una vez que la adolescente llegó hasta la Maternidad y que su salud fue estabilizada, el fiscal de la unidad de Delitos Criminales, Ezequiel Walther, le tomó declaración. La adolescente contó que vive en una vivienda precaria junto a su madre y su abuela en el pueblo Mesada de Zárate, ubicado a 20 kilómetros de Palo Blanco y a 70 de Fiambalá.

 Pero dio diferentes versiones de lo ocurrido con su bebé. En ese marco, el fiscal tiene previsto citar a declarar a la agente sanitaria que llevó a la menor de edad al centro de salud y al padre del bebé, quien al parecer era un hombre casado. Entre tanto, ordenó múltiples excavaciones para dar con el niño.