Axel Kicillof aún no define el futuro de las PASO en la provincia de Buenos Aires
La reciente suspensión de las Primarias a nivel nacional dejó al gobernador sin argumentos para seguir postergando una decisión sobre el esquema electoral en la provincia. Mientras tanto, desde el PRO, el Frente Renovador y La Libertad Avanza impulsan proyectos en la Legislatura para modificar el calendario electoral.
Con el año electoral en marcha, los distintos sectores políticos deben definir estrategias. Esta semana, el Congreso votó a favor de eliminar las PASO, seguido por la Legislatura porteña, y Jorge Macri confirmó el adelantamiento de las elecciones en la Ciudad para el 18 de mayo. Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires, la situación sigue sin resolverse.
“Esperamos la definición a nivel nacional”, era la postura dentro del entorno de Kicillof cuando se les consultaba sobre la incertidumbre electoral. No obstante, al haberse eliminado las primarias nacionales, el argumento quedó sin sustento. A pesar de esto, la gobernación bonaerense aún no ha tomado una decisión.
“No habrá novedades en el corto plazo. Seguimos analizando todas las opciones”, señalaron fuentes cercanas al gobernador en diálogo con TN. Sobre la eliminación de las PASO a nivel nacional, reconocieron que “ayuda a clarificar el panorama”, pero insistieron en que la decisión provincial aún está en evaluación.
Desde la oposición exigen una pronta definición, aunque en el gobierno provincial le restan importancia a esas presiones. “Ni siquiera ellos se ponen de acuerdo. Algunos quieren PASO, otros no”, remarcaron desde el oficialismo.
Pero las diferencias también existen dentro del propio peronismo. Aunque el Ejecutivo provincial lo niega, algunos sectores del kirchnerismo sospechan que Kicillof intentará mantener las PASO y separar las elecciones provinciales de las nacionales, especialmente si pretende competir políticamente con Cristina Kirchner.
Un factor clave en esta discusión es el sistema de votación. Mientras a nivel nacional se aprobó la Boleta Única de Papel, en Buenos Aires se seguirá utilizando la tradicional boleta sábana. Esto obliga a que, como mínimo, las elecciones sean concurrentes (es decir, con dos urnas y sistemas diferentes en una misma jornada) o bien completamente desdobladas. Sin embargo, estudios previos muestran que esta modalidad podría generar problemas logísticos, lo que complica aún más la toma de decisiones.
La indefinición también afecta la estrategia de los distintos espacios políticos, ya que no es lo mismo organizar una campaña si las elecciones son simultáneas con las nacionales, concurrentes o en una fecha distinta. En este último caso, también importa si se vota antes o después de las elecciones nacionales, ya que el contexto político puede cambiar significativamente.
Mientras Kicillof analiza desdoblar las elecciones legislativas para enfocar el debate en la gestión provincial, Cristina Kirchner impulsa la idea contraria: unificar los comicios para hacer eje en la oposición al gobierno nacional.
Por otro lado, los intendentes presionan para que las elecciones provinciales se realicen por separado. En enero, durante un encuentro en Villa Gesell, la mayoría de los jefes comunales manifestaron su apoyo a esta opción.
El massismo presentó una propuesta concreta para votar el 9 de noviembre, dos semanas después de las elecciones nacionales del 26 de octubre. Sin embargo, el kirchnerismo más duro rechaza esta idea y prefiere elecciones concurrentes.
Desde el espacio de Sergio Massa argumentan que retrasar la fecha permitiría una mejor organización logística en la provincia, con mayor tiempo para la distribución de urnas, boletas y seguridad. Además, advierten que, si no se desdoblan, habría que aumentar un 40% la cantidad de mesas en la provincia, algo que complicaría aún más la jornada electoral.
La decisión final aún está pendiente y será clave para la estrategia electoral de todos los sectores políticos en la provincia de Buenos Aires.
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