Arsénico en el agua: cuáles son los distritos bonaerenses en alerta y por qué crece la preocupación por la calidad del consumo
Un relevamiento actualizado del Instituto Tecnológico de Buenos Aires registró un aumento de los casos en la provincia de Buenos Aires. Catorce partidos presentan niveles críticos y más de cuatro millones de personas podrían estar expuestas en el país.
La presencia de arsénico en el agua de consumo, tanto de red como de pozo, se convirtió nuevamente en una señal de alarma en la provincia de Buenos Aires. Una actualización del mapa elaborado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires reflejó un incremento de los valores detectados durante el último año y ubicó a 66 municipios bonaerenses en categorías de riesgo.
Del total, 41 cabeceras partidarias presentan resultados preocupantes y 14 de ellas figuran directamente en alerta roja, lo que implica valores superiores a los permitidos para el consumo humano. El análisis, que forma parte de un estudio nacional, advierte que decenas de miles de personas podrían estar afectadas por esta situación en la provincia más poblada del país.
Entre los distritos comprometidos aparecen Cañuelas, Chivilcoy, Junín, Lobos, Mercedes, Navarro, San Vicente, Suipacha y Tres Arroyos, entre otros. Varios de ellos se encuentran próximos a lagunas o espejos de agua, un factor que, según especialistas, puede influir en la presencia de arsénico en napas y perforaciones.
Jorge Daniel Stripeikis, doctor en Química y referente del equipo que desarrolló el mapa, señaló que las áreas más afectadas se concentran en el corredor de la ruta 5 y las zonas cercanas a Mar del Plata. De acuerdo con sus estimaciones, alrededor de cuatro millones de personas en Argentina podrían estar expuestas potencialmente al arsénico a través del agua o de los alimentos que se elaboran con ella.
Cómo se clasifica el riesgo
El ITBA divide los valores en tres rangos:
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Amarillo (10 a 50 ppb): nivel de precaución, que requiere estudios complementarios para evaluar riesgos sanitarios.
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Rojo (más de 50 ppb): agua no apta para consumo ni para la cocción de alimentos; se recomienda reemplazar la fuente de provisión.
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Verde: valores considerados normales.
El estudio incluye muestras obtenidas durante el último año, pero también casos históricos de más de una década. Esto se debe a que el mapa integra datos de largo plazo, lo que puede generar aparentes contradicciones en algunos distritos donde la tecnología de tratamiento o las fuentes de abastecimiento han cambiado con el tiempo.
Un caso citado por el informe es el de Balcarce, donde en 2016 se registraron niveles superiores a los 68 ppb en agua de red. Hoy, los valores reportados por la empresa prestataria se ubican en torno a los 30 ppb —dentro de la categoría amarilla— aunque la localidad continúa marcada en rojo en el diagrama histórico.
Un problema persistente
El relevamiento subraya que la presencia de arsénico en el agua no es un fenómeno nuevo en la región pampeana, pero sí uno que se mantiene, avanza en algunos distritos y obliga a un monitoreo constante. La recomendación de los especialistas es que los municipios fortalezcan sus sistemas de control y que los hogares con pozos particulares realicen análisis periódicos.
Mientras tanto, los datos actualizados del ITBA reavivan la discusión sobre la calidad del agua y la necesidad de una estrategia federal para enfrentar una problemática que excede a la provincia de Buenos Aires y afecta a vastas regiones del país.
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