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Ana Rosenfeld, víctima de su propio personaje

Esta semana, la abogada partió silenciosamente con destino a Miami, luego de que una serie de investigaciones periodísticas la pusieran nuevamente en el ojo de la tormenta. Se discute si está suspendida en su matrícula y la respuesta es SÍ. Pero lo peor está por venir. Se trata  de una sanción aún más dura que la suspensión que sería la exclusión como abogada de la matrícula.  


Su incorporación como panelista en LAM le trajo más dolores de cabeza que alegrías. Desde el principio, se vio la falta de tacto que tuvo para aprender a jugar en el firmamento de los chimentos, donde era una más, y la exposición pública trajo nuevamente al tapete la suspensión que sufrió para ejercer la abogacía y que le impuso el Tribunal de Ética del Colegio Público de Abogados.

La sanción fue ratificada de forma unánime por la Cámara Contencioso Administrativo Federal y es más, le negó la posibilidad de recurrir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación interponiendo  un Recurso de Queja, con lo cual la sanción esta firme. Fin de la cuestión. Se enojó, criticó y ahora desautoriza a cuanto trabajador de prensa decida a contar la historia de la sanción y de las quejas de muchos clientes, que repiten las maniobras de la letrada de cobrar a sangre y fuego, haya intervenido o no en pleitos judiciales.

Las nuevas denuncias y las nuevas víctimas tienen la misma conducta y la acumulación de infracciones al código de ética, que fue lo que ocasionó la suspensión. Los hechos que conocimos estos días todavía no ingresaron como denuncias al Tribunal de Ética, pero de seguro y según consultas que efectué en dicha instancia, lo que sobreviene sería la exclusión de la Matrícula.  
 
Este tipo de análisis, estoy seguro, que incomodan y mucho a la Dra. Rosenfeld, y no persigo ninguna otra cuestión que ponerle un poco de luz a la opinión pública. Máxime, si reparamos que se trata de una de las más, o la más, conocidas abogada de Argentina.
Sintéticamente, el problema está dado porque la letrada firma convenios de honorarios en pesos, pero que cobra en dólares y factura en pesos, cuando factura.  
 
Se conocieron conductas y situaciones que tienen la misma matriz. Cobrar por trabajar o no, y ejecutar los convenios cuando el cliente decide prescindir de los servicios de la letrada.
 
Algunos hablan que, en muchísimos de estos hechos, no habría sido ajeno su fallecido esposo y hasta un mozo veterano de Tribunales me contó que el fallecido,se presentaba con tarjeta personal donde anunciaba que era marido de la letrada.
A veces, la exposición diaria en televisión trae aparejados reclamos de  clientes que no obtuvieron lo que pretendían o le prometieron. Espero haber traído un poco de claridad a tanta confusión…

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