“Agüero aniquiló a los bebés”: los fundamentos de la condena a perpetua a la enfermera del Neonatal de Córdoba

Brenda Agüero no dejó lugar a dudas para la Justicia. La enfermera del Hospital Neonatal Dr. Ramón Carrillo de Córdoba fue condenada a prisión perpetua por la muerte de cinco bebés y por intentar asesinar a otros ocho recién nacidos. Ahora, la Cámara Criminal y Correccional de 7° Nominación de Córdoba reveló los fundamentos que la señalan como la responsable directa de una serie de crímenes escalofriantes.

“Se ha acreditado que, con sus conductas consistentes en inocular sustancias incompatibles con la vida humana (especialmente potasio e insulina), Brenda Cecilia Agüero causó la muerte de los bebés”, sostuvo el tribunal en su resolución. Y agregó, sin titubeos: “No existe ninguna duda de que la acusada Agüero realizó un riesgo prohibido que, en cinco casos, se concretó en el resultado típico, al aniquilar la vida de los bebés”.

El voto mayoritario fue encabezado por el camarista José Daniel Cesano, acompañado por la vocal Laura Huberman y cuatro miembros del jurado popular. En palabras del fallo, Agüero actuó con un método insidioso, premeditado y mortal.

El tribunal fue más allá y describió la personalidad de Agüero como “narcisista y omnipotente”, una mujer que buscaba ejercer un control absoluto sobre la vida y la muerte. La sentencia remarcó que todos los hechos se produjeron en turnos donde ella estaba presente y que, tras su ausencia, las descompensaciones de los bebés cesaron de inmediato.

Las pruebas fueron demoledoras:

• Agüero fue la única enfermera que estuvo presente en todos los días en que ocurrieron las muertes.

• Mantuvo contacto personal con 11 de los bebés atacados.

• Dio aviso de las descompensaciones antes de que los síntomas fueran visibles, como si supiera lo que iba a ocurrir.

• En el botiquín de la sala donde trabajaba se encontraron lapiceras de insulina y ampollas de potasio que no deberían haber estado allí.

“Esta pluralidad de indicios permiten destruir el principio jurídico de inocencia del que goza la encausada; y me autorizan a sostener, más allá de toda duda razonable, que la autora de los 13 sucesos fue Brenda Cecilia Agüero”, sentenció Cesano.

Aunque la mayoría del tribunal no dudó de su culpabilidad, la camarista Laura Soria se opuso al fallo, lo que impidió la unanimidad. Cuatro integrantes del jurado popular también votaron por la absolución. Esto será el punto de apoyo de la defensa, encabezada por Juan Manuel Rivero y Gustavo Nievas, para intentar revertir la condena en instancias superiores.

Pero el fallo es claro: la Justicia no tuvo inconvenientes en condenar a Agüero con base en prueba indirecta. “No hay ningún obstáculo para alcanzar la certeza en base a prueba indirecta”, justificó Cesano, apuntando que el cúmulo de indicios es tan contundente que descarta cualquier otra hipótesis.

Agüero no solo fue hallada culpable de las cinco muertes, sino que también fue condenada por tentativa de homicidio en otros ocho casos. En todos, la metodología fue la misma: la inyección de sustancias letales.

Los jurados explicaron que la aplicación de potasio intramuscular deja marcas evidentes en la piel, algo que se encontró en al menos una de las víctimas. “¿Cómo se explica que en el resto de los casos no haya ni rastros clínicos ni marcas compatibles con tal método?”, cuestionaron, aunque esto no alcanzó para poner en duda la autoría de Agüero.

El fallo también alcanzó a exautoridades del hospital y funcionarios provinciales por encubrimiento y negligencia:

• Liliana Asís, exdirectora del Neonatal: 5 años de prisión.

• Adriana Luisa Moralez, excoordinadora del comité de seguridad: 5 años de prisión.

• Pablo Carvajal, exsecretario de Salud: 4 años en suspenso.

• Alejandro Escudero Salama, exsubdirector del hospital: 5 años y 4 meses en suspenso.

• Martha Gómez Flores, exjefa de neonatología: 5 años de prisión.
  Varios otros implicados fueron absueltos, incluyendo al exministro de Salud Diego Cardozo.

El caso del Neonatal de Córdoba es una herida abierta para las familias de las víctimas y para toda la sociedad. La figura de Brenda Agüero quedó grabada como la de una asesina que, desde su rol de enfermera, traicionó la confianza de los padres y del propio sistema de salud.