Whirlpool cerró su planta en Pilar y dejó sin trabajo a 220 empleados por la caída del consumo y el avance de las importaciones
La fábrica de lavarropas había sido inaugurada en 2022 con una inversión de USD 52 millones y apuntaba a exportar el 70% de su producción. La compañía confirmó que mantendrá su operación comercial en el país, pero que la planta ya no es competitiva. Los trabajadores resisten en el predio y exigen respuestas.
Whirlpool anunció este miércoles el cierre de su planta de lavarropas en el Parque Industrial de Fátima, en Pilar, y la desvinculación de 220 trabajadores. La decisión tomó por sorpresa a los empleados, que fueron notificados por la mañana y aguardan una negociación con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para definir el paquete indemnizatorio.
La compañía había inaugurado la fábrica en octubre de 2022 con una inversión de USD 52 millones. El plan inicial contemplaba producir 300.000 unidades anuales y exportar el 70%, pero la ecuación cambió rápidamente: la caída del consumo, la pérdida de competitividad y la fuerte presencia de productos importados—especialmente de origen chino—dejaron a la planta sin capacidad de sostener su operación.
Fuentes de la empresa señalaron a Infobae que el modelo de negocio “no logró volverse eficiente ni competitivo” en el escenario actual. La planta había mostrado señales de deterioro en los últimos meses: pasó de fabricar entre 500 y 600 lavarropas diarios a apenas 400, lo que derivó en el despido de personal eventual semanas atrás. Aun así, el cierre total no figuraba entre las posibilidades que manejaban los trabajadores.
Ignacio Cabezas, uno de los empleados afectados, relató en FM Plaza que la notificación fue abrupta: “Nos acaban de desvincular a todos. Cerraron completamente y trajeron un transporte para quien quisiera irse”. Junto a sus compañeros permanece en la playa de estacionamiento en señal de resistencia: “No nos vamos hasta que nos den una respuesta coherente”.
Según la explicación que recibieron, las ventas se desplomaron. Un lavarropas de siete kilos de la marca se ofrecía entre $800.000 y $1 millón, mientras que un producto similar importado de China se consigue a mitad de precio. “Así no hay forma de competir”, lamentó Cabezas.
La operación comercial sigue
Aunque cierra su única fábrica en el país, Whirlpool mantendrá su oficina comercial y de distribución en la Argentina—donde trabajan entre 100 y 120 personas—tal como lo hace desde hace 35 años. “La compañía seguirá abasteciendo al mercado local con electrodomésticos, repuestos y accesorios bajo un esquema más ágil y eficiente”, indicaron.
En un comunicado global citado por el sitio especializado Investing, la filial brasileña remarcó que la medida responde a sus “directrices estratégicas de eficiencia operativa y asignación responsable de recursos”, y que las actividades de importación y comercialización no se verán afectadas.
Qué pasará con la planta
La empresa todavía no definió el futuro del predio de Pilar. Hay distintas alternativas en evaluación, pero ninguna decisión tomada. La instalación había sido presentada como un proyecto de vanguardia para abastecer a la región y posicionar a la Argentina como un polo exportador de electrodomésticos.
En junio de 2023, el entonces presidente Alberto Fernández recorrió la fábrica y destacó su potencial productivo. Sin embargo, a tres años de su inauguración, la estructura queda vacía en un contexto de fuerte desaceleración económica y aumento de las importaciones.
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