Vuelven los visitantes al fútbol argentino: el partido elegido, las condiciones y el rol clave de Di María

El 10 de junio de 2013 fue la última vez que se permitió público visitante en la Primera División del fútbol argentino. Aquel día, en la previa de Estudiantes-Lanús en La Plata, un hecho trágico —el asesinato de Javier Gerez por parte de la policía— marcó el comienzo de una era sin hinchadas visitantes. En las semanas siguientes, la AFA extendió la medida a todo el país. Desde entonces, los estadios del fútbol local solo alojaron público local, una situación inédita a nivel mundial.

Doce años después, una figura emblema del fútbol nacional reabre la puerta a la ilusión: Ángel Di María. Su regreso a Rosario Central fue el detonante para que la AFA y el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires autoricen una prueba piloto. Este jueves al mediodía se hará oficial: Lanús recibirá a Rosario Central este sábado a las 16.30 con hinchada visitante.

La reunión clave se realizará en el centro de monitoreo de la Policía Bonaerense, donde participarán Javier Alonso (ministro de Seguridad bonaerense), Claudio "Chiqui" Tapia (presidente de la AFA), Guillermo Cimadevilla (titular de Aprevide), y los presidentes de ambos clubes, Nicolás Russo (Lanús) y Gonzalo Belloso (Central).

Las condiciones son estrictas:

• Se habilitarán 7000 localidades para los visitantes.

• El traslado deberá hacerse en ómnibus de larga distancia, sin paradas intermedias.

• Prohibidas las banderas, incluso las pequeñas.

• Las barras y filiales no podrán viajar en micros escolares.

El operativo implicará un 20% más de efectivos policiales que lo habitual, lo que limita la posibilidad de extender la medida a todos los partidos. Por eso, en principio se aplicaría a un solo encuentro por fecha, o eventualmente, uno por día si no hay incidentes.

Además, no habrá reciprocidad garantizada: que Central lleve hinchas a la Fortaleza no implica que Lanús pueda hacer lo mismo en Arroyito. Muchos clubes, como Boca y River, ya avisaron que no resignarán localidades propias para cederle espacio al rival.

Este paso inicial es observado con lupa. Desde el entorno de la seguridad provincial ya avisaron: "Si hay un incidente, por menor que sea, no vuelve más el visitante a Provincia". Todo está en juego.

En un contexto de desgaste y violencia que alejó a las familias de los estadios, esta podría ser una oportunidad para empezar a reconstruir la cultura del fútbol con ambas parcialidades. Y si todo sale bien, Di María no solo volverá a jugar en el fútbol argentino: también habrá sido el motor del cambio más esperado.