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Vacaciones: la costa atlántica le ganó este verano a Chile

Algunas estimaciones indican que la demanda de pasajes hacia el este creció 20% este verano. También aumentó la cantidad de vehículos que pasan por Desaguadero.Y son menos los que cruzan la cordillera.

El mar sigue siendo uno de los destinos que más atrae al espíritu de montaña del mendocino que decide salir de vacaciones. Si bien la costa chilena lo recibió durante muchos años casi a la vuelta de la esquina, este año la tendencia marcó rumbo este y muchos mendocinos han elegido el mar argentino. El cambio poco conveniente con el país vecino, el temor a los temblores y la demora para realizar los trámites migratorios son los condicionantes.

De manera estimativa se calcula que hay 20% de aumento en la demanda de pasajes y alojamiento, y hasta en alguna empresa de turismo se habla de un alza de 100% en la venta de paquetes.

Consultadas las fronteras, Horcones y Desaguadero, confirman las estimaciones. Por el paso a Chile, en los primeros días del año pasaron alrededor de 13% menos vehículos con respecto al año pasado, sin poder determinarse con exactitud cuántos pasajeros trasladaba cada uno o si los colectivos llevaban más asientos desocupados.

Por Desaguadero, este año se nota mayor salida de vehículos particulares y colectivos. En este último caso, sale un promedio de 15 unidades por día, de los cuales la mayor parte va hacia la costa argentina y el resto a Brasil.

Tanto a través de las agencias como si uno busca alquilar algún inmueble encontrará que las reservas a orillas del Atlántico están prácticamente completas todo enero y parte de febrero. A la inversa, para Chile hay disponibilidad en las agencias y puede conseguirse una variada oferta de alquileres. Los años anteriores, Viña del Mar a esta altura estaba copada.

La terminal de colectivos de Mendoza despide diariamente alrededor de 20 unidades que se dirigen a la costa argentina, un 20% más que en 2010. Pero sorprendentemente, allí notifican un incremento similar en los buses que parten hacia Chile.

La cercanía con el país vecino siempre fue una buena razón para cruzar la cordillera, pero este año el cambio no es favorable, por cada mil pesos chilenos habrá que desembolsar 9 pesos argentinos.

A esto se suman otros factores. Hasta Mar del Plata hay 1.400 km y si bien para llegar a Viña del Mar hay que andar sólo 400, la demora en la aduana incrementa el tiempo de viaje. En días de recambio se puede llegar a esperar alrededor de cinco o seis horas, aunque puede ser menos si se arriba a Horcones a la noche. Viajar a Chile además implica realizar trámites previos que para muchos resultan tediosos y pesa al momento de decidir.

El temor a los temblores también inclinó la balanza, muchos prefirieron viajar más kilómetros pero pasar sus vacaciones en un suelo más firme. Un mendocino incluso señó en Chile y luego, "pensándolo mejor", decidió partir en dirección opuesta.

Mejor economizar

Las empresas de turismo son testigos a diario de cómo los mendocinos que deciden tomarse unos días de descanso han preferido este año quedarse en la costa argentina. Luego de un vistazo a la exhausta billetera, la mayoría concluye que sólo puede acceder a los servicios más económicos y generalmente financiados, especialmente empleados y familias.

De hecho, si bien hay unanimidad al afirmar el aumento de la demanda hacia el Atlántico en una empresa que ofrece un servicio diferencial, en colectivos con más comodidades y que llegan directamente a Mar del Plata han notado una baja de entre 10 y 20%. "Otros años a esta altura teníamos todos los coches completos hasta mitad de mes, este año salen con lugares vacíos", comentaron desde esta empresa.

"Pero los colectivos más económicos sí están saliendo completos; también mucha gente se ha inclinado por gastar un poco de dinero en dejar su auto en condiciones y viajar en él para abaratar costos", apuntaron.

En la contratación de paquetes se observa la misma situación: si bien es común que se contrate traslado y estadía, muchos contratan sólo la estadía para irse en su propio vehículo.

Preferencias

Junto al Atlántico, si bien cada vez son más los que eligen playas menos concurridas, la vedette sigue siendo Mar del Plata, seguida de Villa Gesell, Miramar y Necochea. Sitios alternativos de menor envergadura, tales como San Clemente, San Bernardo o Pinamar, ofrecen más tranquilidad, pero también menos opciones de esparcimiento y gastronomía.

"Mar del Plata es única en el mundo porque tiene una oferta inmensa para diferentes presupuestos, hay para los más exquisitos y para los gasoleros, con poca plata la pueden pasar bien", sostiene Susana de una agencia de turismo. "Los lugares más pequeños son preferidos por las familias con niños pequeños que quieren más tranquilidad y generalmente viajan en su propio vehículo, pero pueden resultar más caros ya que hay menos opciones, no hay paquetes armados y hay menos colectivos". Aproximadamente el 60% elige "La feliz".

Un paquete para estos lugares, con traslado, alojamiento por siete noches y media pensión cuesta unos 1.500 pesos en hoteles de dos estrellas y 2.000 pesos en los de tres. Los interesados se han repartido por partes iguales entre estas dos opciones.

Para ir a Viña del Mar en las mismas condiciones hay que pensar en 1.700 y 2.200 pesos, aproximadamente