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Uno por uno: cuáles son los precios congelados y cuándo terminan los acuerdos

Con el fin de frenar la inflación, la nafta, los alimentos y los productos de consumo masivo y los medicamentos no subirán de precio en el corto plazo.


Debido a que hay casi 21 puntos entre lo que el Gobierno esperaba para la inflación de este año y lo que realmente será. Por eso, el Gobierno intenta mantener algunos puntos bajo control para evitar que ese porcentaje sea todavía mayor: dólar y tarifas son sus principales aliados para lograrlo. Es que lejos quedó el 29% que prometía el ministro de Economía a principio de año: el mercado espera al menos un 50%. 


Estos son los cinco congelamientos o precios “pisados” ya activados o por activarse.

1 - Medicamentos

Esta semana se conoció que el Gobierno busca “estabilizar” los precios de los medicamentos desde el 1 de noviembre (de manera retroactiva) hasta el 7 de enero de 2022. Además, les pidió a los laboratorios registrar los precios en el Vademecum Nacional de Medicamentos (VNM) para poder monitorearlos.

Según comprobó TN con fuentes del sector farmacéutico, algunos laboratorios pasaron aumentos el mismo día que se reunieron con Carla Vizzotti, ministra de Salud, y Roberto Feletti, secretario de Comercio Interior. Sin embargo, estimaban que una vez que se rubrique el acuerdo final el próximo lunes 8 de noviembre, se dará marcha atrás obligatoriamente con esas subas.

2 -Alimentos y otros productos de consumo masivo

En octubre, el Gobierno congeló el precio de 1432 productos de consumo masivo que incluyen desde máquinas de afeitar, pasando por leche y harina hasta aperitivos. Fue tras una tensa negociación con el sector alimenticio. El congelamiento rige hasta el 7 de enero de 2022.

En los supermercados, hasta el momento, se registra un buen cumplimiento. Pero por ese canal solamente pasan cuatro de cada 10 pesos que se venden en consumo masivo. Los grandes protagonistas de las ventas son los comercios de cercanía, como los almacenes de barrio y los supermercados chinos, que tienen más trabas para implementar el congelamiento porque están sujetos al margen de sus distribuidores y mayoristas, de donde compran los productos para luego poder venderlos al público.

3-Nafta

La nafta no es un precio regulado y no hay ningún organismo que decida si puede o no haber un aumento, pero está congelada “de hecho” desde mayo. En el primer semestre del año, aumentó en torno al 28%, muy por debajo de la inflación acumulada, que hasta septiembre era del 37%.

Sucede que YPF marca los precios en el sector: como maneja la mayor parte del mercado, y a su vez el 51% de sus acciones son propiedad del Estado Nacional, decide cuándo aumenta y cuándo no. Las demás empresas, para no perder clientes, la siguen.

Los estacioneros estiman que hay un 25% de atraso hoy en los surtidores. En este momento, se ven postales ya conocidas como brasileños que cruzan la frontera y vienen a cargar nafta y hasta desabastecimiento en las estaciones de bandera blanca.

4- Dólar

El tipo de cambio mayorista avanzó solamente 18,8% en el año contra un nivel de inflación general que probablemente superará el 40% acumulado cuando se conozca el número de octubre el próximo jueves. Es una de las anclas del Gobierno para evitar que haya mayor inflación: si el dólar oficial sube, se desata el fenómeno conocido como pass through, el pasaje de la devaluación a los precios.

A principios de este año, la devaluación del peso en el mercado mayorista oficial del dólar -comandada por el Banco Central- seguía el ritmo de la inflación. En enero, el peso se depreció 3,74% y en febrero, 2,9%. En marzo y abril, la desaceleración se acentuó, con movimientos de 2,4% y 1,7%. En mayo, cuando la divisa avanzó apenas 1,25%. Desde entonces, permanece en un nivel cercano al 1%, muy por debajo de los precios.

5- Tarifas

En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye a la Capital Federal y al Conurbano, las tarifas de luz aumentaron un 9% este año y las de gas, un 6%. Ambos porcentajes están muy por debajo de la inflación, pero además tampoco ayudan a compensar el congelamiento que el sector tuvo durante dos años.

Para el año que viene, se espera que el Gobierno segmente las tarifas y aplique aumentos según el nivel de ingresos de cada hogar: a más ingresos, mayor tarifa.

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