Un hombre mató a balazos a su ex en un gimnasio de Tucumán: la víctima lo había denunciado siete veces por violencia de género

Belén Saravia (28) estaba en el gimnasio haciendo su rutina cuando fue sorprendida por su ex pareja, Cristian Allende (36), quien irrumpió armado y la asesinó a balazos. El agresor, que tenía orden de restricción y siete denuncias por violencia de género, se suicidó tras el femicidio.

El hecho ocurrió en el en el gimnasio "Puro Fierro" de la localidad de Las Talitas, ubicada al noroeste de Tucumán, este lunes pasadas las 20.

La víctima recibió dos tiros en la cabeza y murió en el acto. Ante el estupor de los testigos, el femicida huyó hacia la zona del ex "Arsenal Miguel de Azcuénaga", en donde funcionó un centro clandestino de detención en la época de la dictadura.

"Luego de asesinarla, se quiso disparar en la cabeza, pero la bala no salió y huyó corriendo del gimnasio", dijo un testigo a La Gaceta. Finalmente, Allende utilizó la misma arma para quitarse la vida.

En la escena del femicidio, el ECIF recolectó tres vainas servidas. Luego, se secuestró el arma que habría sido utilizada en el ex centro de detención, según publicó Canal 10 de Tucumán.

“El dueño del gimnasio aportó múltiples videos, por lo que el autor del crimen quedó registrado, aunque luego se suicidó”, informó el fiscal Ignacio López Bustos, a cargo del caso.

El fiscal indicó que "en las próximas horas se hará la autopsia para corroborar la causa de muerte de la mujer y avanzar con toda la investigación del caso a partir de imágenes tomadas por cámaras y testimonios que restan por tomar".

La causa quedó caratulada como "femicidio seguido de suicidio".

Siete denuncias previas y orden de restricción

Fuentes policiales confirmaron que Allende tenía siete denuncias previas por violencia de género, a la vez que pesaba sobre él una orden de restricción de acercamiento a la joven asesinada.

“Belén ya había hecho denuncias contra Cristian para poner un freno a la situación de acoso que vivía. Ella ya no podía estar cerca de su familia y se tuvo que mudar de ciudad por culpa de Cristian; se encontraba sometida y no decía nada por temor a lo que podía pasar”, contó a los medios locales, Nancy Ocampos, tía de la joven asesinada.