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Tráfico de efedrina: Martín Lanatta, un detenido por el triple crimen de General Rodríguez, involucró a Aníbal Fernández

Se trata de un ex policía condenado por el homicidio de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón.

Un ex policía condenado por el triple crimen de General Rodríguez involucró al actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández en el negocio de la efedrina. En 2008, tres empresarios aparecieron muertos en General Rodríguez, cerca de una ruta. Ellos eran Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, los tres planeaban conformar una nueva organización narco.

Martín Lanatta, ex agente, está condenado a prisión perpetua por "privación ilegal de la libertad agravada en concurso real con homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y por la participación de más de dos personas". Desde la cárcel dio una entrevista al programa Periodismo para Todos, en la que indicó que había trabajado para Fernández.

"A Aníbal Fernández lo conocí en 1995, tenía un domicilio al lado de su casa, en Quilmes. Lo volví a ver después. Yo recaudaba para el RENAR, (donde trabajaba), hacía trámites, destrababa sanciones, habilitaba polvorines. Recaudar de manera paralela. Podés recaudar de las inspecciones a agencias, armerías, portaciones de armas 'V.I.P'. Uno de los clientes a los que le hicimos la portación fue a Sebastián Forza", explicó Lanatta.

"Forza me dijo que la policía lo estaba volviendo loco, y que necesitaba hablar con alguien. Nosotros le llevamos el caso a un comisario que era amigo mío, en el RENAR, y me dijo 'eso está en la órbita de Aníbal'. Hicimos una reunión con Fernández y Matías Meiszner. Y Aníbal me dijo que para sentarse a hablar con él, Forza tenía que poner 250 mil dólares", expresó el detenido.

Lanatta arregló la entrega del dinero de Forza: "Entramos al Departamento Central de Policía, donde Aníbal estaba circunstancialmente, y pidió que le den una oficina y empezamos a hablar. Nos quedamos con Aníbal y Forza. Aníbal le pidió a Forza datos sobre la mafia de la efedrina y le presentó a un agente de inteligencia llamado Máximo. Terminó la reunión y nos fuimos a tomar un café los tres".

"Yo pasé a retirar el dinero por la venta de efedrina, lo llevé desde el departamento de los mexicanos hasta el domicilio de Aníbal Fernández, eran dos millones de dólares, paramos atrás del auto de la custodia, y dejamos el dinero. La segunda vez llevamos tres millones. A mí, la primera vez, me dieron 20 mil dólares. No hablé en el juicio por la magnitud del caso, y por el tipo que está enfrente. Yo sabía que no tenía que hablar, hablé ahora y voy a pedir resguardo, sé a quien me enfrento", concluyó el detenido.