Un nuevo conflicto laboral se desató este viernes en el Hospital Garrahan, cuando trabajadores agrupados en la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y otros empleados ocuparon las oficinas de la dirección médica en protesta por descuentos aplicados en sus salarios tras los últimos paros.
La ocupación comenzó alrededor del mediodía y, según informaron los gremios, se mantendrá “hasta que devuelvan lo que descontaron” a los trabajadores. Los afectados denuncian que los recortes, que van de $300.000 a $500.000, impactaron especialmente en personal con salarios medios y en madres solteras, dificultando el pago de alquileres y gastos básicos.
“Son enfermeras e instrumentadoras que sostienen la atención de los niños más graves del país y ahora no llegan a fin de mes”, señaló Alejandro Lipcovich, delegado de la Junta Interna de ATE en el Garrahan.
Por su parte, la dirección del hospital explicó que los descuentos corresponden a la normativa vigente y a la política de presentismo aplicable a todo el personal. En un comunicado, el Consejo de Administración calificó la ocupación como “una maniobra para presionar y paralizar la gestión”, y aseguró que el presupuesto del hospital, los bonos remunerativos y las obras en marcha por más de $30.000 millones están garantizados.
El Ministerio de Salud respaldó a las autoridades del hospital, señalando que “la prioridad es garantizar el funcionamiento del Garrahan y que cada niño reciba la atención que necesita”.
Mientras tanto, los gremios exigen ser recibidos por el director Mariano Pirozzo y el Consejo de Administración, acusando que los descuentos salariales representan un “avance sobre los derechos de los trabajadores”. También presentaron denuncias penales y pidieron al Congreso acciones contra funcionarios del área sanitaria y económica, asegurando que la situación impacta directamente en la capacidad de los empleados para cumplir con sus responsabilidades y sostener sus familias.
El Garrahan continúa intentando mantener la atención habitual mientras se desarrollan las negociaciones y la protesta se mantiene en curso.
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