Tiroteo cerca de la Casa Blanca: un afgano detenido tras disparar a dos guardias nacionales

Un violento ataque armado ocurrido este miércoles por la tarde en pleno centro de Washington dejó dos soldados de la Guardia Nacional de Virginia Occidental en estado crítico, a pocas cuadras de la Casa Blanca. El atacante, identificado preliminarmente como Rahmanullah Lakanwal, un ciudadano afgano de 29 años que ingresó al país en 2021 bajo el programa “Operación Bienvenidos Aliados”, fue detenido y también sufrió heridas que no ponen en riesgo su vida.

El tiroteo tuvo lugar alrededor de las 14.15 en la intersección de las calles 17 y I, muy cerca de Lafayette Square y de la estación Farragut West, una zona de alta presencia policial y militar debido al despliegue ordenado por el presidente Donald Trump en el marco de su política de combate a la delincuencia.

Según Jeffrey Carroll, jefe asistente ejecutivo de la Policía Metropolitana de Washington, el atacante “dobló la esquina y abrió fuego de inmediato” contra los guardias que realizaban patrullajes de alta visibilidad. Carroll calificó el hecho como un “tiroteo dirigido”, descartó la presencia de otros agresores y confirmó que al menos uno de los guardias intercambió disparos con el atacante antes de reducirlo.

La confusión inicial sobre el estado de las víctimas creció luego de que el gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, anunciara su muerte y se retractara pocos minutos después alegando “reportes contradictorios”. Finalmente, el director del FBI, Kash Patel, confirmó que ambos se encuentran en estado crítico pero con vida.

El episodio se produjo en un clima de tensión nacional por la presencia extendida de tropas en las principales ciudades. Trump desplegó miles de efectivos en agosto mediante una orden de emergencia, que si bien expiró, aún mantiene en la capital a más de 2200 soldados. La medida enfrenta una disputa judicial y un intenso debate sobre el uso de fuerzas militares para tareas de seguridad interna.

En un mensaje grabado, Trump calificó el ataque como un “acto de terror” y pidió una reinvestigación exhaustiva de todos los refugiados afganos que ingresaron bajo el gobierno de Joe Biden. “Si no pueden amar a nuestro país, no los queremos”, afirmó. Desde sectores republicanos ya se utilizaba el programa de admisión afgana como blanco político, cuestionando los controles de antecedentes durante la evacuación de 2021.

Testigos reportaron escenas de pánico. Michael Ryan, que estaba frente al lugar, contó a AP que oyó detonaciones y vio a gente huir. Otro video difundido en redes sociales mostró a rescatistas realizando RCP a uno de los soldados sobre una vereda cubierta de vidrios rotos.

Emma McDonald, que salía del metro, relató que se refugió en una cafetería mientras policías, bomberos y agentes federales bloqueaban calles, y un helicóptero aterrizaba en el National Mall para evacuar a los heridos.

La alcaldesa Muriel Bowser describió el ataque como “selectivo” y confirmó que no existen otros sospechosos en fuga. El vicepresidente J.D. Vance señaló desde Fort Campbell que el motivo aún es desconocido: “Hay mucho que todavía no sabemos”.

El perfil del sospechoso

Lakanwal llegó a Estados Unidos en 2021 junto a su esposa y cinco hijos, tras ser evacuado de Afganistán en los últimos días de la retirada militar. Vivió en Bellingham, Washington, según su exarrendadora. Funcionarios consultados bajo anonimato advirtieron que aún se trabaja para verificar su historial completo.

Investigación en marcha

El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional continúan evaluando si el ataque tuvo motivaciones ideológicas, personales o si se trató de un acto aislado. Por el momento, los indicios apuntan a un agresor solitario que emboscó a los guardias sin previo aviso.

Mientras tanto, la zona permanece acordonada y la presencia del Servicio Secreto, la ATF y otras agencias federales se intensificó en la capital, que vive un clima de alerta en la víspera del feriado más importante del país.