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Tiene 2 años, es argentina y su mamá chilena pero la Justicia falló a favor de su papá y dice que debe vivir en Francia

La mujer presentó un recurso extraordinario en la Corte Suprema solicitando que se revise el fallo. La niñita debería viajar después de la cuarentena.

Tenencia
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Clara Sarraute creó un sitio web para difundir la batalla legal que está dando por la tenencia de su hija de 2 años. “Porque su casa es aquí”, dice en letras mayúsculas y a modo de apertura en dicha página ya que su expareja -y papá de la menor- intenta llevársela a Francia a vivir con él. El tiempo apremia: hay un recurso de queja presentado ante la Corte Suprema y una sentencia que dice que la niña debe viajar a la casa del padre en la ciudad de Bordeaux apenas se levante la cuarentena en Buenos Aires.

¿Cómo se llegó a esta situación? Clara Sarraute conoció a quien sería el padre de su hija –de aquí en más, M.V. según sus iniciales- en diciembre de 2016. En ese momento, ella trabajaba en una embajada y estudiaba antropología en la UBA. El estaba de visita en la Ciudad, buscando editorial para publicar en español un libro sobre el exilio de ciertos escritores latinoamericanos, explican en Clarín. 

Al poco tiempo, él debió viajar a Francia pero a los tres meses regresó, con el plan de formar una pareja con Clara. De ese encuentro nació Luna (así es llamada la niña en el sitio web para proteger su identidad) en Buenos Aires. En marzo de 2018 se casaron, también en Buenos Aires, y lo celebraron con sus amistades.

Luego idearon el proyecto de viajar los tres juntos, visitando a la familia que tienen repartida por el mundo (ella, en Chile y España y MV en Francia). También se propusieron ir juntos a Vietnam para armar un libro de foto reportajes, en el que ella aportaría las fotografías y él trabajaría los textos. Hasta aquí, todo iba muy bien.

Pero una vez en Francia, el panorama cambió. “Cuando estábamos en Bordeaux, él y su familia naturalizaron el hecho de que nos íbamos a quedar a vivir allá cuando esto nunca había sido planteado de este modo en nuestra pareja”, explica Clara. “Desde el inicio de nuestra relación MV sabía muy bien que el punto más doloroso de mi vida estaba anclado en la dictadura y en el exilio en ese país, que Francia no estaba en mis horizontes y él también me lo había aclarado: “ya no lo considero como mi futuro”.

Clara Sarraute nació en Chile, en tiempos de la dictadura de Pinochet. Su padre estuvo preso dos años, entre 1979 y 1981, y cuando logró la libertad, se exilió en Francia con su familia. Clara pasó allí su infancia hasta que cuando tenía 13 años, todos regresaron a Sudamérica, pero esta vez el destino fue Buenos Aires y aquí continuaron su vida.

En cuanto a la situación que hoy la atraviesa, el panorama es complejo. En enero de 2019, regresó con Luna a Argentina con el consentimiento de su padre. En principio, el plan era reencontrarse en Europa para después seguir viaje a Vietnam. Pero antes de concretar ese periplo, MV canceló los pasajes a Asia y se mantuvo inflexible en su planteo de radicarse en Bordeaux.

“Traté de hablar con él a la distancia pero no hubo forma. Así que consulté mi situación legal en la Defensoría Pública Oficial N1 de la Nación. Allí me explicaron que ambas teníamos el derecho a permanecer en Argentina”, refiere Clara.

“El 6 de marzo del año pasado le comuniqué a MV que nos quedaríamos en Buenos Aires y que esperaba que volviese. Pero no respondió a mis llamados ni mensajes durante 17 días, ni siquiera para ver a su hija por videollamada. El 15 de marzo inició el pedido de 'restitución internacional' y desde ese momento no aporta dinero para la crianza porque considera que estoy en una situación ilegal”.

Hubo un primer fallo que le dio la razón a Clara. El Juez Nacional en lo Civil de Primera Instancia, dice que el domicilio de la niña es en Argentina y que MV impuso unilateralmente el cambio de país. A su vez, en relación a la situación forzosa de obligar a la madre a vivir en el país donde transitó el exilio, la calificó como “compatible con formas aún más categóricas de modalidades violentas contra la mujer”.

Pero MV apeló y las juezas de Feria de la Cámara de Apelaciones, Silvia Patricia Bermejo, Mabel de Los Santos y Marcela Pérez Pardo, resolvieron hacer lugar al pedido de restitución, amparándose en la Convención de la Haya sobre Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores. Tomaron como prueba la autorización judicial que ambos padres firmaron en la ciudad de Bordeaux para que la madre y la niña pudieran regresar a Argentina, es decir, como documento que convalidó el domicilio francés.

“Se hace una interpretación estricta del Convenio de La Haya y se toma el documento firmado en Francia como una abstracción. No se tiene en cuenta el tiempo que lleva la niña viviendo en Argentina (en Francia sólo estuvo un mes y medio) ni el mundo afectivo que la rodea”, afirma a Clarín la abogada Eloísa Raya.

“El fallo de la Cámara de Apelaciones omite considerar que el pedido de restitución se sustenta en un engaño cometido por parte de MV hacia Clara sobre los objetivos del viaje, lo que se traduce en una imposición del domicilio que violenta los deseos de Clara y de Luna de vivir en Argentina. Para el juez de Primera Instancia, Francia fue el país de destierro de Clara, “significando una profunda herida que de revivirla forzadamente, la remite nuevamente a sufrimientos que nadie tiene derecho a imponer”.

En el caso intervino también la Defensoría de Menores. En el primer tribunal, la defensora actuante María Teresa Porcile de Veltri, recomendó no admitir el pedido de restitución internacional y consideró que en el expediente quedaba probado que el centro de vida de Luna es el domicilio familiar situado en Buenos Aires. En la Cámara de Apelación, el Defensor de Menores Marcelo G. Jalil estimó también que no correspondía hacer lugar al pedido del padre porque “no existe trámite perfeccionado alguno que se haya acreditado” que permita establecer que la residencia habitual de Luna era en la República de Francia.

Ante la inminencia de que cuando la cuarentena se levante, se ejecute la sentencia que dicta el traslado y Luna deba viajar Francia, Clara presentó un pedido de Recurso Extraordinario para que el fallo sea revisado por la Corte Suprema. En este sentido, la Defensora Pública de Menores e Incapaces, María Cristina Martínez Córdoba, también invocó la arbitrariedad de la sentencia y solicitó a la Corte admitir el recurso.

“Acá vemos la importancia de que los tribunales juzguen con perspectiva de género en los casos de restitución internacional de menores”, afirma la abogada Raya. “Cuando sentí la imposición de MV se me disparó la memoria corporal, el dolor. Volver a vivir de manera forzada en un país que me es ajeno era un proceso al que yo ya le había logrado dar un cierre”, precisa Clara y afirma: “No se trata de un caso de restitución internacional. Luna nació en Argentina y aquí siempre estuvo y está su casa”.

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