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Tiempo, diálogo y planes serios

* Elvio Sahaspe. Algunas apreciaciones sobre el problema del enterramiento sanitario de la basura en la ciudad de Córdoba.

Algunas apreciaciones sobre el problema del enterramiento sanitario de la basura en la ciudad de Córdoba:

1) La Municipalidad de Córdoba tenía dos frentes por delante: cerrar el actual predio de camino a Despeñaderos desde el 1º de abril de 2011 y remediar ambientalmente el viejo basural de Bouwer; más recientemente, se le sumó el reclamo de los productores/habitantes de la zona sudeste por el terreno elegido para el futuro enterramiento.

2) Las autoridades no aprendieron la lección de lo sucedido con las poblaciones de Mi Granja, Ituzaingó y Toledo con el caso Innviron. El primer punto, conversar con los habitantes de esas poblaciones para consensuar e incentivarlos al menos fiscalmente y no que los potenciales perjudicados se enteren por los medios de comunicación cuando ya se tomó la decisión política.

3) La historia de desidia para con el basural de Bouwer condena a la Municipalidad a la desconfianza por parte de los pobladores afectados.

4) No tuvo en cuenta el efecto Nimby (not in my back yard) , que significa "no (la basura) en mi patio trasero" y expresa el fenómeno social que normalmente ocurre en la relación ciudadano-residuos: "Cuanto más lejos y fuera de mi vista, mejor".

5) Desde lo político, los principales responsables de este estado de cosas fueron Germán Kammerath y Luis Juez.

Kammerath, por el descuento del 30 por ciento en los impuestos municipales, además de la crisis de 2001 y el endeudamiento con la empresa Cliba.

Luis Juez, porque se transformó casi en un empleado del Grupo Roggio, ya que una de las primeras ordenanzas de su gestión fue, precisamente, disminuirle las multas a Cliba.

Estos dos intendentes, además, permitieron a la empresa que produjera el desastre de Bouwer, sin control por parte del área de Higiene Urbana y sin inversiones en nuevas fosas, lo que hubiere evitado el colapso de ese vertedero.

6) Si los cordobeses tenemos problemas en aceptar un enterramiento para lo que desechamos nosotros, cómo la gente va a ver con buenos ojos que otros municipios traigan su basura al vertedero de la ciudad capital.

7) La solución no es mágica. Se requiere tiempo; diálogo con los vecinos; un plan serio de reciclado con tasa de desvío de materiales progresiva, en aumento año tras año; aplicación de nuevas tecnologías para la valorización de los residuos; participación social; creación de incentivos, y difusión y promoción por los medios de hábitos amigables con el ambiente, entre otros puntos.