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Temen empresarios contagio por suba del 30% a maestros

* Por Carlos Burgueño. Los resultados de las paritarias docentes cerradas en tiempo de descuento el viernes último encendieron la alarma entre los empresarios.

 Es que los privados ven en ese porcentaje de aumento promedio del 30% un nuevo piso para los reclamos en las próximas negociaciones con los sindicatos industriales y de servicios, cuyo comienzo es inminente. Sucede que en seis años de discusiones paritarias, los acuerdos promedio de los gremios docentes siempre se ubicaron por debajo del índice de incrementos salariales que los privados luego negocian en el ámbito del Ministerio de Trabajo. De hecho, el año pasado los maestros tuvieron en promedio un incremento del 23%, mientras que las paritarias privadas mostraron un alza del 26% según los resultados presentados por la cartera que maneja Carlos Tomada. Ese nivel incluso excluye los premios y liquidaciones extras de fin de año, que llevarían las alzas finales a cerca del 30%. La misma tendencia se vivió entre los ejercicios 2005 y 2009: aumentos de docentes levemente por debajo de los privados. Si se siguiera entonces la lógica de continuidad, las alzas promedio que los sindicatos deberían reclamar, y los empresarios aceptar, sería de un 30% de piso.

Ante el panorama, ayer fue el actual secretario de la Unión Industrial Argentina (UIA), y potencial conductor de la entidad (ver nota aparte), José Ignacio de Mendiguren, que dijo que el alza del 30% traerá «problemas» al sector si se repitiera la lógica de los años anteriores. Ante la amenaza real, De Mendiguren pidió directamente «dejar que cada sector, con responsabilidad de la parte sindical y empresaria, vea lo que puede dar» de mejora para los trabajadores. Según el dirigente, «no podemos comparar a todos los sectores», tras precisar que en el sector industrial hay «850 convenios» y «no uno como en los bancarios y en comercio».

Los empresarios ya están delineando incluso sus estrategias públicas para defender la imposibilidad de hablar de alzas del 30% de piso en las próximas paritarias; y de defender el criterio de discutir según el sector de que se trate. Para la mayoría de las cámaras que representan a los privados, discutir un incremento generalizado del 30% llevaría a una situación similar a la de la década del 70, cuando las negociaciones de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en los años de Lorenzo Miguel representaban a todas las paritarias, y el resultado obtenido por este sindicato luego se repetía en todas las actividades industriales y de servicios.

Con menos gravedad, también había opinado de manera similar el propio Carlos Tomada, quien había definido que un incremento salarial del 30% generalizado provocaría que «todo se vaya al diablo».

Son muchos los gremios que igualmente están reclamando para el inicio de las paritarias alzas superiores a ese 30%. Los gastronómicos de Luis Barrionuevo y los empleados de Comercio de Armando Cavalieri hablan públicamente de alzas de no menos del 35% de piso. Situación similar se está viendo en las negociaciones previas dentro de algunas automotrices, donde el gremio de SMATA lleva a las discusiones las planillas de medición de la inflación del Buenos Aires City, el centro de estudios de la ex INDEC Graciela Bevaqua, donde el alza del IPC el año pasado llega al 29%.

La esperanza empresaria y también la del Gobierno nacional están ahora depositadas en los camioneros de Hugo Moyano y sus sindicatos afines. La intención es que el titular de la CGT no reclame más del 25%.