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Quién era Marisol Oyhanart, la mujer encontrada muerta en Saladillo

El perfil de la mujer hallada muerta ayer en Saladillo. Tranquila, "buena madre" y responsable, según sus familiares.

Marisol Oyhanart, la mujer encontrada muerta este martes tras haber estado desaperecida durante un día, tenía 38 años y hacía 15 que estaba casada con Sergio Rachit, con quien tuvo tres hijos: un varón de cinco años y dos nenas de 9 y 15.

Juntos llevaban una vida tranquila en la ciudad de Saladillo, donde todos los días realizaban la misma rutina. Marisol se levantaba temprano para preparar el desayuno de sus hijos antes de llevarlos a la escuela. Después su marido se iba a trabajar a la distribuidora de gaseosas.

Ella lo ayudaba haciendo trámites bancarios y asistiéndolo con otras actividades. Al mediodía almorzaban juntos en su casa, ubicada en la esquina de Saavedra y Toledo, en un barrio residencial de Saladillo.

Sus vecinos y familiares la describen como "buena madre y responsable". Marisol, quien tiene cuatro hermanos, era oriunda de Del Carril, un pueblo de apenas 2000 habitantes cercano a Saladillo.

Marisol aprovechaba para ir a caminar por la calle Iraola y alrededores, durante la hora de la siesta, en una zona de chacras en donde casi no hay movimiento durante esas horas. Se ponía los auriculares para escuchar música en su celular y hacía tiempo ejercitando sus piernas mientras esperaba que se hicieran las 17, hora en que debía buscar a los chicos del colegio.

Así sucedió el pasado lunes, sólo que ella no regresó de su caminata. Su hija mayor fue la primera en entrar en alerta. Según trascendió, en su declaración, Rachit contó que su hija adolescente lo despertó de la siesta con un llamado en el que le advertía que su madre no había ido a buscarlos. Ese mismo día, a las 19, Rachit radicó una denuncia por averiguación de paradero.

Finalmente, tras rastrillajes, Marisol fue encontrada muerta con la misma ropa que llevana puesta cuando salió a caminar: calzas negras, un buzo gris con flores rojas y unas zapatillas de lona blancas.

El cadáver estaba boca arriba en medio de los pastizales, cerca de una palmera, a unos 8 km de la calle de tierra por dónde solía caminar. Su rostro y su cráneo presentaban golpes, pero a simple vista no se pudo saber la causa de muerte. En el lugar se encontraron los auriculares y unos lentes, pero su celular había desaparecido.