“Queda saber qué pasó”: la reacción de la familia del joven enterrado al lado de la casa donde vivió Cerati
La familia de Diego, el adolescente asesinado en 1984, recibió con conmoción la confirmación de que sus restos fueron hallados en una propiedad vecina a la que habitó Gustavo Cerati. El caso fue identificado gracias al EAAF y una prueba de ADN impulsada por su sobrino.
La noticia conmovió a una familia que, durante más de cuatro décadas, vivió sin respuestas. Este martes, se confirmó que los restos hallados en el chalet contiguo a la casona donde vivió Gustavo Cerati, en el barrio porteño de Coghlan, pertenecen a Diego, un adolescente de 16 años desaparecido y asesinado en 1984.
El hallazgo fue posible gracias al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que logró determinar en tiempo récord que los 150 huesos encontrados tras una demolición correspondían a Diego. La clave fue una campera de jean encontrada en el lugar, junto con detalles como la contextura, el sexo y la edad estimada del cuerpo.
La familia del joven, que había denunciado su desaparición hace más de 40 años, solo había logrado una escasa mención en una revista vinculada a Crónica en ese entonces. Fue la viralización del caso, a partir de la investigación publicada por TN, lo que reactivó el interés del entorno. El sobrino de Diego convenció a su abuela —la madre del chico— de hacerse un análisis de ADN. El resultado fue positivo.
“Ahora queda saber qué pasó”
Fuentes vinculadas al caso contaron a TN cómo impactó la noticia en el círculo íntimo de Diego:
“La madre es una mujer muy mayor. Hubo que tener clemencia, no atosigarla con tanta información junta”, explicaron. “Por un lado, es bueno tener una respuesta, pero también están nuevamente de duelo”, agregaron.
El fiscal Martín López Perrando, a cargo de la investigación, afirmó que ahora comienza otra etapa: “Queda saber qué pasó. Intentar dar una respuesta justa a esa familia”.
Por el momento, no se prevé citar a los actuales propietarios del inmueble, un chalet en la Avenida Congreso al 3700, donde hoy vive una mujer muy mayor de apellido Graf, junto a sus dos hijos. La Justicia buscará primero reconstruir el contexto: apuntan a ubicar a excompañeros de colegio de Diego que puedan aportar datos sobre su vida al momento de la desaparición.
Quién era Diego
El 26 de julio de 1984 fue la última vez que Diego fue visto con vida. Tenía 16 años, jugaba al fútbol en el club Excursionistas e iba a la Escuela Técnica N.º 36. Aquel día, vestía su uniforme escolar y fue visto en la esquina de Naón y Monroe, a pocas cuadras del lugar donde hoy, cuarenta años después, se encontraron sus restos.
La historia, sepultada durante décadas, ahora pide respuestas. Su familia, que jamás dejó de buscarlo, enfrenta el cierre más doloroso: la verdad.
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