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Prevén un aumento del consumo a partir de este mes

En un año signado por el proceso electoral, las negociaciones paritarias se desarrollaron en un escenario complejo: las empresas se encontraron con escaso margen para afrontar mayores salarios sin trasladarlos a precios y los gremios reclamaron aumentos para cubrir la inflación pasada y futura.

El consumo volverá a acelerarse a partir del mes que viene en la economía argentina, ya que comenzarán a tomar vigencia en pleno los aumentos salariales alcanzados en las principales reuniones paritarias de este año y la inflación no insinúa con atenuarse.

En un año signado por el proceso electoral, las negociaciones paritarias se desarrollaron en un escenario complejo: las empresas se encontraron con escaso margen para afrontar mayores salarios sin trasladarlos a precios y los gremios reclamaron aumentos para cubrir la inflación pasada y futura.

Las elevadas expectativas inflacionarias y el contexto electoral afectaron aún más las negociaciones, en un escenario con un fuerte alza en la conflictividad laboral, dijo en un informe la consultora Ecolatina.

Para evitar un desborde salarial y fijar una pauta algo más acotada, el Ejecutivo envió una señal al resto de los sectores a partir del acuerdo de 24 por ciento logrado con el gremio de camioneros.

Sin embargo, la idea no funcionó y la mayoría de los sectores lograron subas salariales por encima del 24 por ciento.

Tomando los 28 principales gremios se observa, en promedio, un incremento de 28,3 por ciento, apenas dos décimas por encima de la mejora otorgada el año pasado.

Si bien casi la totalidad de las negociaciones paritarias están cerradas, es posible que algunos acuerdos vuelvan a revisarse hacia fin de año, en especial si la inflación se acelera. En este sentido, al no existir un indicador oficial confiable, las expectativas inflacionarias (promedian 30 por ciento) serán la referencia.

En los últimos meses, se observó cierta moderación en el incremento del gasto de las familias.
Más aún, especialistas en consumo masivo puntualizan un freno en mayo que sería parcialmente revertido en junio.

Diversos factores explican el menor dinamismo del gasto: entre ellos se destaca la inflación, que erosiona los ingresos nominales.

Las subas salariales otorgadas generan inicialmente una mejora del poder adquisitivo de los trabajadores que luego se diluye mes a mes por la persistente suba de precios.

De todas formas, gracias a los aumentos acordados en las negociaciones paritarias, entre junio y julio casi todos los trabajadores cobraron mayores sueldos (y el medio aguinaldo).
La mejora nominal de ingresos revitalizará el consumo pues los trabajadores formales representan una parte sustancial del gasto agregado.

Además, desde marzo los haberes de jubilados y pensionados aumentaron 17,3 por ciento y resta conocer la performance de los ingresos de los sectores rezagados. "Lo más probable, es que el gobierno apuntale los beneficios de diversos planes sociales (Asignación Universal por hijo, Plan trabajar, entre otros) antes de las elecciones", dijo la consultora.

"Por todo esto -agregó-, esperamos que el incremento nominal de los ingresos revitalice en el corto plazo el gasto de las familias y con ella, las presiones inflacionarias".  

De todas formas, sostener el boom del consumo requiere que la inyección de recursos se vuelque a la compra de bienes y no de dólares.