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Preocupación por el covid-19 en el interior: terapias ocupadas al 90% y temor a un pico post Día de la Madre

Los distritos más “estresados” son Santa Fe, Neuquén y Río Negro. Y hay ciudades que llegan al 100 por ciento. Advierten que derivar enfermos a otras localidades no es sencillo.

Hace algunas semanas, el coronavirus comenzó a dar algún alivio en el AMBA, pero al mismo tiempo el foco de contagio se corrió a otras provincias. Esa nacionalización de la pandemia está transitando, ahora, una de sus peores “pantallas”: provincias como Santa Fe, Neuquén y Río Negro muestran tal saturación del sistema de salud, que más del 90% de sus camas de terapia intensiva están ocupadas. En otras jurisdicciones, si bien respiran por haber bajado de ese alto porcentual, temen que en unos diez a quince días vuelvan nuevos brotes, producto de los descuidos del Día de la Madre.

“Más allá de que lo informe cualquier provincia, ya cuando uno supera el 80% de las camas, estadísticamente se empieza a decir que el sistema está saturado. ¿Por qué? Porque es un promedio, y mientras en un lugar quizás tenés el 70% de ocupación, en otro tenés el 100%”, clarificó Rodrigo Mediavilla, director del área que conduce los grandes hospital de la provincia de Santa Fe.

Esa es una de las provincias más complicadas por estas horas. Según confirmó, “el sector público está con 93% de saturación en cuanto a camas en unidades críticas, y en un 85%, si se incluyen las de cuidados críticos sin respirador (terapia intermedia) y las de sala general”.

Sin embargo, matizó, “si el número carece de análisis, no tiene fundamento. La regionalización es muy importante. Que la provincia entera tenga un 80% de saturación es un dato menor frente a que en Reconquista, al norte, la saturación sea del 60%, pero en que en Venado Tuerto, al sur, la semana pasada tuviéramos el 100% de ocupación. Derivar pacientes de un lado a otro no es sencillo”.

Tampoco es sencilla la situación de los efectores del PAMI santafesino, que en Rosario son tres, dos públicos y uno privado, y están al tope, con el 98% de ocupación, por lo que, dijo el directivo, “terminan apoyándose en el sector público”. Aun así, Mediavilla aseguró que “el sistema de salud de Santa Fe, con toda la dificultad de este pico está respondiendo muy bien a la pandemia. Hasta hoy (por este martes) no ha quedado gente sin atención”.

Otra provincia que está contando las camas libres con los dedos de una mano es Río Negro, con el 93% de sus camas de terapia intensiva ocupadas. Las complicaciones más importantes se ven en el Alto Valle (Cipolletti, General Roca y Regina), y en Bariloche, donde la saturación supera el 92%.

Neuquén está bastante peor: desde hace cinco días se mantiene en el borde, con 99% de ocupación de camas de Terapia Intensiva, cifra que no promete mejorar, tomando en cuenta que este lunes se informaron 19 muertos y 657 nuevos positivos de coronavirus.

¿Podría empeorar aún más la situación producto de las “juntadas” el Día de la Madre? Para la ministra de Salud de Neuquén “no puede saberse todavía”, pero “el riesgo está”. En Río Negro, Mercedes Iberó, subsecretaria de Políticas Públicas de Salud, se mostró algo esperanzada respecto de los cuidados de la gente: “Se verá en 15 días... tal vez hayamos aprendido”.

Por su parte, Mendoza, una provincia que había tocado el 90% de ocupación, el viernes reportó algún repunte, luego de incorporar una nueva tanda de camas para cuidados intensivos. Ahora, el promedio provincial de ocupación ronda el 80%, mientras que el Gran Mendoza se mantiene en el 86%.

Otro caso “tensionado”, como les gusta decir a los funcionarios de Salud, es el de Córdoba: el lunes informaron 1.663 casos nuevos de Covid, 46 fallecimientos y un nivel de ocupación de camas críticas para adultos con Covid está en el 78,1%.

En las antípodas está Corrientes. La provincia tiene un solo centro sanitario de atención para pacientes de coronavirus, el Hospital de Campaña habilitado en la capital. Pero solo tiene 53 pacientes, de los que 14 están en cuidados intensivos. ¿Cuántas camas hay? Nada menos que 300, solo de UTI.

En cuanto a si esperan un brote próximo, voceros del Ministerio de Salud local dijeron a Clarín que “es posible” que ocurra, tras el Día de la Madre, y remarcaron con preocupación el incumplimiento de los protocolos por parte de los jóvenes que asisten a confiterías de la capital provincial, donde suelen producirse aglomeraciones.

El problema cuando se intenta sacar una conclusión “nacional” sobre la ocupación de las terapias intensivas son los contrastes metodológicos entre las provincias.

Hay casos de desinformación irremontable como San Luis, donde hace una semana, el gobernador Alberto Rodríguez Saá, en conferencia de prensa virtual, se negó a proporcionar números relativos a los respiradores disponibles en la provincia, con el argumento de que “esos datos generan incertidumbre en la gente”.

En Salta informaron que están “mejorando”, ahora con el 76% de ocupación de camas destinadas a pacientes Covid de terapia intensiva, luego de tocar el techo del 90%, pico al que de todos modos esperan volver “de confirmarse un brote dentro de diez días, como efecto del Día de la Madre”.

Pero cuando se le consulta al Ministerio de Salud de Entre Ríos (donde la ocupación ronda el 60%, aunque en Paraná es del 70%), informan datos que incluyen pacientes “covid” y “no covid”.

Rosa Reina, presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, se refirió a esta problemática: “Desde que empezó la pandemia los pacientes con coronavirus están separados, pero el personal que atiende es el mismo muchas veces. Cuando las provincias informaban en un comienzo porcentajes de ocupación de unidades críticas no Covid, la ocupación quedaba 'diluida', precisamente porque no se estaban haciendo cirugías programadas y, en cierto momento, el ingreso por traumas bajó al 0%”.

“Esto luego se fue equiparando, a medida que se permitieron las cirugías programadas y aumentó la movilidad, lo que a su vez alza el porcentaje de ingresos por trauma”, explicó Reina.

En un intento por resumir la situación nacional, concluyó: “En relación al porcentaje de camas ocupadas en terapias intensivas, es cierto que en los últimos 15 o 20 días, en el AMBA, hubo un descenso. Pero tampoco es mucho: el número de contagiados y de pacientes internados sigue siendo alto. Estamos aquietados o amesetados, como se dice ahora, en un 70%. Venimos del 90%. Cualquier cifra por encima del 60%, es mucho y preocupa. La gente está cansada, pero hay que insistir en que no se abandonen los cuidados”.

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