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¿Por qué ha tomado tanto interés el Resveratrol?

Científicos de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, encontraron "la clave" del proceso que protege el envejecimiento celular, y cómo ayuda el Resveratrol de síntesis original, a reparar el ADN dañado.

En Argentina se conoció este novedoso nutriente, con la salida al mercado del Framintrol (resveratrol original); ante la rápida aceptación de los profesionales en salud, copias aparecen en el mercado pero ¿son igual de beneficiosas? La respuesta de acuerdo a los científicos, es que NO.

A fines del año pasado en un el congreso bianual de resveratrol, celebrado en la Universidad de Leicester (Reino Unido),  la Dra. Karen Brown, demostró la diferencia entre la absorción, pureza y metabolismo de distintos productos que existen en el mercado mundial, y recordó la importancia de diferenciar materias primas que tienen ensayos clínicos y aquellos que no.

En humanos, el resveratrol más estudiado es un tipo de resveratrol sintetizado bajo procesos patentados de origen Suizo,  denominado original ya que es el resveratrol con más estudios clínicos en el mundo.

Las evidencias científicas confirman que 50 mg diarios de Resveratrol original (Framintrol) estimula el gen SIRT1.

El gen SIRT1 activo está en las personas centenarias (en Argentina hay más de 3.500), pero no solo ayuda a vivir más, sino  protege de las enfermedades del envejecimiento como son la diabetes, la hipertensión arterial, las hiperlipidemias (aumento del colesterol), Parkinson y Alzheimer.

Por otro  lado las copias, pueden ser de origen vegetal, manteniendo el efecto antioxidante, pero necesitando muy altas dosis para lograr estimular el gen SIRT1, o  estar combinadas con licopeno, o ácido lipóico, combinaciones que no se han estudiado y pueden afectar la biodisponibilidad.

Los especialistas remarcaron durante el congreso en Leicester, que mientras las copias y el resveratrol contenido en los alimentos pueden sustentar su efecto en el poder antioxidante, el original (Framintrol) marca la gran diferencia, ya que agrega su alta pureza y  biodisponibilidad, con evidencias científicas, que han demostrado su acción efectiva sobre el gen SIRT1.