Por culpa de la inflación, las empresas venden sus productos más baratos cerca de su vencimiento
Una investigación revela qué y cómo se compra para afrontar la pérdida de poder adquisitivo ante el aumento de precios.
Los consumidores tienen que cuidar el bolsillo, mientras que las empresas buscan mantener sus ventas, esto lleva a ambos a plantear estrategias que cambian el consumo habitual para seguir generando transacciones.
En ese sentido, quienes tienen la decisión de compra re-orientaron su forma de consumir a partir de la situación inflacionaria, en lugar de hacer grandes consumos una vez al mes, se están realizando compras más pequeñas de forma diaria.
Sobre un total de 800 mujeres de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires de variados niveles socioeconómicos la consultora Wonder realizó un estudio, la directora de dicha compañía, Carolina Yellati, planteó a diario La Nación: "Lo que vimos es que los hogares muestran importantes cambios en su forma de abastecimiento en los últimos tres meses. Y, en general, todos apuntan al ahorro, a una reducción o a un mayor cuidado en el consumo de productos alimenticios, de limpieza y cuidado personal".
El 54 por ciento de las mujeres que son decisores de compra en sus familias actualmente realizan compras en almacenes y autoservicios para cubrir las necesidades del día. Otro 54 por ciento reconoce que consume menor variedad de productos.
Con respecto a las empresas también se registraron modificaciones, "los fabricantes y los supermercados están cada vez más atentos y buscan diversificar sus estrategias comerciales, especialmente en materia de precios", expresó Yellati.
Al respecto las empresas optaron, por un lado, reducir el tamaño de sus productos para evitar aumentar los precios y, por otro, cambiar la forma de distribución, por ejemplo la marca de pan Bimbo instaló locales en las estaciones de trenes donde se venden productos próximos a vencer a precios mucho más baratos.