DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Muriel Santa Ana cruzó a Facundo Arana por una frase "falocéntrica": "Aborté a los 24"

El actor soltó una polémica frase en televisión cuando le preguntaron por el embarazo de su ex Isabel Macedo. La actriz lo criticó en Twitter.

El lunes 1 de enero, el actor Facundo Arana ofreció un móvil desde Mar del Plata, ciudad donde protagoniza con Araceli González la obra teatral Los puentes de Madison. En un tramo de la nota, le preguntaron si saludó a su ex Isabel Macedo por su embarazo (estuvieron diez años en pareja).

"Yo estoy muy feliz por ella. Estoy feliz cuando una mujer se hace madre porque ahí es cuando realmente se realiza. Por supuesto que si no tenés hijos después te realizás con tus sobrinos y los hijos de tus amigos", opinó Arana, lo que despertó el rechazo de varios usuarios de la red social Twitter.

Una de esos usuarios fue la actriz y cantante Muriel Santa Ana, quien cuestionó duramente al actor. "Le pregunto a @Facundo_Arana qué piensa de las mujeres que no tienen útero. ¿Qué son para él? ¿Seres humanos imposibilitados de realizarse? ¿En el amor? Y no somos sagradas, las vacas en India lo son, acá somos iguales a ustedes", explotó Santa Ana.

Ni lerdo ni perezoso, Arana le contestó: "No pretendí ofender. Evidentemente fui poco cuidadoso en la elección de mis palabras. No pensaba que molestaba ni mucho menos insultaba. Repensaré y aprenderé".

Luego, Santa Ana confesó: "Yo, sin ir más lejos, aborté a los 24 años estando en pareja porque no quería ser madre. A los 40 no me quise casar con mi exnovio y le dije que no iba a tener hijos". Y remató: "Hartas estamos de ustedes, los falocéntricos".

"Bueno Muriel, desde mi falocentro te mando un beso. Aprenderé y le daré la importancia que tiene. Como siempre. Saludos. Buen Año", contestó el actor, que quiso bajar el tono de la polémica, aunque parece que no tuvo demasiado éxito.

"Falocentrismo, Facu, porque si no parece que me mandás un beso desde la pij... Y no quiero. Buen año", concluyó Santa Ana, indignada.