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Meme con “M” de mediocridad

Por Milagros Senders. Cuando la creatividad es básica, la risa es fácil y el pensamiento es nulo.

Es un cotidiano de nuestro presente: recibimos y reenviamos “memes”. A veces los vemos por encima, otras sonreímos y algunas, compartimos. Esta, no tan nueva, costumbre no nos libera de nuestra responsabilidad sobre el contenido que reenviamos.  

¿Qué es un meme?

El origen de este término se lo debemos al biólogo británico Richard Dawkins (1976), proviene de “gen” y “mímesis” (imitación). Este concepto, hoy, refiere a una broma compartida por Internet. Puede ser una fotografía, un video, una caricatura o un dibujo que refleja un aspecto o acontecimiento social y generalmente (no siempre, ni por definición) contiene una burla.

Hay diversidad de memes: divertidos y livianos, irónicos y dramáticos, enigmáticos y sugerentes. Pasa algo en la sociedad y sale un meme al instante: elecciones, suba del dólar, casamiento de mediática, inundaciones, cumpleaños de Mirtha, “parecidos”, paro de trenes, gol de Boca, aumento de la carne o un actor infraganti: todo es material productivo.

¿Cuál es el límite?
Nadie sabe quién es el autor del chiste que le llega, a veces una marca de agua remite a una firma que lo único que busca es conseguir más seguidores en las redes. No podemos evitar que nos lleguen (¿o sí?), pero somos responsables de lo que reenviamos y cómplices del mensaje que ese contenido transmite.

Para ser claros, vamos a dar tres ejemplos virales de esta semana:

Meme Ezequiel

El primero, un meme que compara al hijo de Alberto Fernández (próximo a asumir la presidencia de Argentina) con el hijo de Jair Bolsonaro (actual presidente de Brasil). En la imagen se muestra a Estanislao Fernández disfrazado de “Pikachu”, con un atuendo ajustado que remite al universo femenino. En el cuadro siguiente, una foto de Eduardo Bolsonaro con pose de “hombre” (sentado en posición recta con las piernas separadas y la mirada hacia el frente) sosteniendo un arma. Un arma. Estanislao Fernández ya se había definido como Drag Queen y Cosplayer. Siempre se mostró muy abierto y respetuoso hacia las diferencias, afín a la inclusión. El posteo aspira a ser gracioso, busca complicidad en perjuicio de Fernández o de nuestro país representado por él. El mismo Eduardo Bolsonaro lo compartió en sus redes bajo el comentario pretendidamente irónico “esto no es un meme”. Nos parece que el chiste logra en algunos (y por suerte somos cada vez más en este grandioso cambio de paradigma), el efecto contrario: orgullosos de un país con libre elección y en contra del sometimiento y la clandestinidad que (entre tantas otras cosas) generan las armas.

Meme FabiolaEl segundo ejemplo también se mete con el entorno de Alberto Fernández y también basa su gracia en la comparación. Juliana Awada y Fabiola Yañez, la esposa de Mauricio versus la novia de Alberto. El texto que acompaña hace referencia al pasaje de la gaseosa cola más reconocida mundialmente (Coca) a una gaseosa nacional (Manaos). Machismo simplón. La elegancia y belleza de una frente a la sencillez y sensualidad de la otra. No se trata de ofender a una para defender a otra, se trata de salir de un discurso retrógrado, lineal y raso. En este caso, la gracia se puede encontrar en las personas que comparten esta imagen, con un aspiracional absurdo. Más allá de los partidos políticos, colaborar a la viralización de este tipo de “chistes” nos retrasa como sociedad. Sí, al igual que las fotos “robadas o no” de alguna persona desnuda. Está bueno cuestionarse un poco y oponerse, aunque el precio sea quedar afuera de la risa boba y conjunta de uno o varios grupos de whatsapp.   

     Meme Brian

El tercero, y más viralizado: Brian. Algún creativo frustrado, más frustrado que creativo, usó la foto de un joven que era presidente de mesa en la localidad de Moreno y le agregó el texto “dame el DNI y el celu también”. Como se ve en la imagen, Brian es morocho, usa vicera y camperita deportiva. El “chiste” está armado en el prejuicio: dime cómo te vistes y te diré quién eres. En breve entraremos al 2020, sin embargo seguimos cayendo bajo, muy bajo. Quién se ríe del pobre, ¿sabe que ser “mersa” o “grasa” es relativo? Porque esas personas que lastiman a otro, lo hacen para agradar a un grupo que consideran mejor, al que quieren pertenecer (y seguramente no pertenezcan jamás). Es lamentable y patético.

Esta nota no pretende saldar siglos de ignorancia y discriminación, solo se propone lograr un poco más de consciencia a la hora de “compartir” información, ya que todas y todos somos responsables de la sociedad que habitamos.

También hay muchos de los buenos, por ejemplo el meme de Mafalda (Argentina) abrazando a Mónica (Brasil) con el texto “mejorará”.

Sos responsable de lo que compartís, pensá qué sociedad querés antes de reenviar.        

 

Mafalda

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