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Me quiero ir: ¿me puedo ir?

Un error común y muy grave es el de ingresar como turista para luego quedarse probando suerte por un plazo mayor a 3 meses. Esto puede acarrear muchos problemas.

Hace meses que no escuchamos hablar de  otra cosa que no sea sobre  el COVID y sus derivados: cuarentena, permisos, vacuna, etc. Y es algo de lo que casi nadie escapa en ninguna parte del mundo.

Con más o menos cuarentena muchas economías se encuentran en peligro y este tema, en nuestro país, ha tomado protagonismo. Es por ello que ha salido a la luz la preocupación de muchos jóvenes que no ven un futuro muy prometedor y sus ganas de buscar otras oportunidades en algún lugar del mundo.

Pero radicarse en otro país a veces no es nada fácil. Hay que pensar en la idea de una visa de estudio o trabajo, o pensar en invertir en  una enorme cantidad de dinero.

Afortunadamente muchos argentinos tenemos la opción de obtener la ciudadanía  de nuestros ancestros que, hace muchos años atrás, tomaron la iniciativa de venirse de Europa a nuestro país a trabajar, bajo un lema de esfuerzo que parece haberse esfumado en esta sociedad.

Cuando  nos piden asesoramiento para radicarse en un país europeo, lo que primero necesitamos determinar en qué calidad  ingresaría la persona al país en cuestión:  ¿como ciudadano?, ¿con un algún tipo de permiso? (ya sea por un contrato laboral o con un permiso especial), ¿como turista? Este el primer punto a considerar.

También es importante conocer la legislación del país al que se ingresa. Cualquier persona que desea mudarse, debería contar con algo de  asesoramiento legal ya que, por ejemplo, una cosa es que te orienten a “como alquilar un departamento” y otra que te expliquen con anterioridad a cómo rescindir ese contrato de alquiler.

Y así podría citar diferentes ejemplos de los que nos encontramos a diario con mi socio al asesorar a muchos argentinos que desean intentar tener una nueva vida en algún país de la Unión Europea.

Cuando la persona no es trasladada por una empresa, no es contratada por alguien en particular, ni tampoco viaja por estudios, lo aconsejable es ingresar con la ciudadanía o con un permiso tramitado con anterioridad. También existen ciudadanías que se otorgan por inversión, y dependerá de la legislación de cada país ver con qué requisitos hay que contar.

Algo que siempre destacamos es que un error común y muy grave es el de ingresar como turista para luego quedarse probando suerte por un plazo mayor a 3 meses. Esta situación deja a la persona  como ilegal, y no solo se corre el riesgo de quedar detenida y consecuentemente deportada, sino que el ingreso nuevamente a ese país se torna casi imposible. Por eso es fundamental conocer que muchos países europeos son muy estrictos al momento de tener ilegales viviendo allí.

Por eso, y para concluir, entendemos que es fundamental asesorarse al momento de tomar la decisión de radicarse en un país de la comunidad europea,  ya que si bien hay muchas cuestiones que se acomodarán estando en el lugar, contar con información legal de manera previa hará que ahorres dinero, tiempo y problemas.

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