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Mariana Arias y su hija, dos diosas de la moda

El parecido físico podría asegurarle el porvenir. Sin embargo, Paloma Cepeda (19) optó por desconocer el legado de su madre, Mariana Arias (45), y decidió estudiar Diseño de Indumentaria en la Universidad de Palermo.

El parecido físico podría asegurarle el porvenir. Sin embargo, Paloma Cepeda (19) optó por desconocer el legado de su madre, Mariana Arias (45), y decidió estudiar Diseño de Indumentaria en la Universidad de Palermo. "Siempre supe que no quería ser modelo. Aunque el vínculo con la moda de mi mamá y mi papá [Marcelo Cepeda, ex esposo de Arias] seguro influyó un poco en la carrera que elegí", comenta la joven mientras posa junto a su madre en los jardines del Palacio Balcarce. "¡Me encanta que elija su propio camino! Para mí, los hijos tienen que superar a los padres. Si bien es un mandato fuerte, quiero que ‘Palo’ aproveche para estudiar, una oportunidad que yo me di recién de grande", replica la ex top model de los 90 que hoy, además de conducir el programa Dímelo tú en la medianoche del lunes por el canal Magazine, está a sólo seis materias de recibirse como licenciada en Comunicación Social por la Universidad Católica Argentina.

–¿Cómo es su relación madre-hija?

Paloma: ¡Muy simbiótica! Estamos siempre juntas, somos muy unidas y nos contamos todo. Pero eso también hace que choquemos bastante. A mamá le encanta saber todo y cree que puede adivinar lo que me pasa. Ahí es cuando le pongo un límite y le digo: "Hasta acá llegamos".

Mariana: Y, sí, soy una madre a la que le gusta saber todo y ella es la que termina poniendo los límites. Tiene su individualidad y su independencia y la hace valer. Es una persona de un carácter fuerte y sabe decirme que no o marcarme hasta dónde puedo llegar, sobre todo cuando cierra la puerta de su cuarto. [Risas.] Pero tenemos muy buena comunicación y somos cómplices en muchos aspectos.

Paloma: Hablamos mucho. ¡Mis amigas no pueden creer que le cuente todo!

Mariana: Me gusta que tenga confianza en mí, que sepa que me puede contar lo que sea, porque no me voy a horrorizar. Pero la relación no es simétrica: si bien me gusta ayudarla con sus cosas, mis problemas los resuelvo yo. Aunque ella es muy perceptiva y se da cuenta de todo.

–Físicamente son idénticas, ¿también tienen personalidades parecidas?

Paloma: Las dos tenemos un carácter fuerte. Yo soy un poco más pensante y mamá es más impulsiva. No peleamos mucho, pero cuando lo hacemos se siente.

Mariana: Somos analíticas y pasionales. Y, como mamá, trato de aprender todos los días, porque es una de esas cosas que uno no conoce y que sólo experimentando se hace de un manual.

–¿Son de compartir la ropa?

Mariana: Comparto más la ropa yo con ella que ella conmigo, ¿no?

Paloma: Cada una tiene su placard y nunca nos compramos algo para las dos, pero nos prestamos todo.

–¿Se consultan sobre qué ponerse?

Paloma: Me gusta aconsejarle la ropa que tiene que usar y soy de decirle: "¡Mamá, ¿qué te pusiste?!". Ella protesta, pero termina poniéndose lo que le digo.

Mariana: Ultimamente no salgo si no me ve y no me dice qué le parece. Y le hago caso, aunque ella no me lleva tanto el apunte cuando le digo qué ponerse.

–¿Les gusta hacer fotos juntas?

Mariana: Ella tiene una especie de contradicción con las producciones de moda, porque a veces se divierte muchísimo, pero se presta sólo para "hacerme la gamba". Yo le agradezco un montón que me acompañe, me divierto mucho cuando la tengo al lado.

Paloma: Sí, confieso que no es lo que más me gusta. Sólo lo hago cuando mamá me lo pide. Nunca quise ser modelo, no me siento cómoda. Además, medio sin querer, mamá me dejó en claro desde muy chica que lo mejor es estudiar.

–Mariana, ¿te hubiese gustado que siguiera tus pasos como modelo?

–No, porque ella elige construir una vida distinta a la mía. A la misma edad que yo decidí ser modelo, ella optó por estudiar en la universidad y eso lo veo mucho mejor. Siempre hablamos sobre la importancia de seguir una carrera y la incentivé para que lo hiciera porque me habría gustado que mis padres lo hubieran hecho conmigo. Valoro mucho mi carrera, pero me hace feliz que Paloma haya elegido un camino de estudio, distinto al mío, porque sé que va a tener más herramientas para defenderse en la vida que si hubiera elegido ser modelo.