DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Manual para muchachas exploradoras – ¡Abajo con los histéricos!

¡Y pensar que cuando era jovencita, mi vieja me decía cuidate de los hombres!... ¿de cuáles vieja? Porque según mi larga vida y generosa experiencia, hay que cuidarse de los casados, los divorciados con cinco hijos, los eyaculadores precoces, los no eyaculadores, los impotentes, los fóbicos a las cucarachas...

Sin embargo, según balances propios y ajenos, de toda la fauna defectuosa los mas venenosos, son... los histéricos! Esos que todo el tiempo te ofrecen un espejismo de palmeras, dátiles y noches de lujuria y una comienza a caminar detrás de ellos... hasta que, al llegar al espejismo !no hay nada, salvo que de tanto caminar por el desierto, una está desorientada, cansada y.... "acalorada" por decirlo con alguna finura.

Un histérico es fácil de confundir con tímido, pero el tímido es buena persona, quiere pero no se anima y con una pequeña ayudita funcionan bárbaro. El histérico lo único que quiere es que una lo quiera, de la mañana a la noche, sin francos ni feriados, lo quiera cuando nos depilamos las gambas, cuando vamos al súper , los quiera en los sueños y en las pesadillas, los quiera matar... pero los quiera. Y mientras una se cansa, se agota, se agita, se desespera en la tarea de amarlos, ellos devuelven un "si pero no, me voy pero ya vengo, pronto pero no se cuando, te llamo pero no me esperes, eso si, no me olvides, si es posible no mueras de amor por mi, solo agoniza, así me duras mas...

La primera vez que me tropecé con uno fue en una fiesta, hace ya mil años pero absolutamente inolvidable! Era tan lindo! (los histéricos siempre son lindos, o nos parecen ) Si tuviera que describirlo ahora, diría que tenía algo de Brad Pitt con un toque a George Clooney, los ojos de Bandera y el traste de Kevin Kostner... (Dio vueltas hasta que consideró que lo había apreciado bien). Me miraba fijo con un vaso de whisky en la mano, mientras yo también lo miraba apoyada en la pared con una copa de Martini y sintiéndome arrebatadoramente seductora y frenéticamente glamorosa, igual que en esas publicidades donde los dos se conocen, los hielos tintinean y la publicidad se acaba, aunque una está segura de que se van corriendo a la cama. Bueno, algo así esperaba. Él se me fue acercando de a poco....-¿estás sola?- preguntó... por el momento- dije yo, para que no se notara mi estado de indigencia, carestía y hambre. (El Martini sólo intentaba disimular que era una mala época de mi vida) -¿Sabés por qué te miraba tanto?- dijo él –No -contesté yo- tratando de acertar con la cara para ponerle. Deseché la tímida por las dudas él no se animara, descarté la canchera porque una cosa es una mala racha y otra que él pensara que una estaba en el reviente. La sobradora, tipo ¿"Que te creíste chiquito"?,!menos aun! Si él se iba me tragaba el palito de la aceituna y me ponía a llorar. Antes de terminar de elegir la cara adecuada él me dijo- me gustás porque parece que nunca te duele la cabeza...

¡Bingo! -pensé- ahora me invita a tomar un café lejos del ruido. Tomar un café era el primer paso de él para habilitar el segundo paso mío: invitarlo a mi departamento de soltera donde los dos queríamos ir (bueno, quedó en claro que, yo quería ir) Sin embargo, mientras mentalmente repasaba si mi departamento había quedado en orden, el degenerado dio media vuelta y se fue. Me dejó con la copa en la mano, todavía tratando de elegir la cara y sin haber podido hilar una respuesta tan provocativa como su afirmación, ni por supuesto, concretar nada. Quería matarlo, hundirme el ojo con el palillo de la aceituna y ponerme a aullar... pero lo mas increíble fue que, después de revolotear por toda al fiesta con su culito para arriba y justo cuando ya había decidido canalizar mi angustia vía oral y tenia la boca llena de de papas fritas... (diez mil calorías de de desesperación), se me acercó y me dijo: si querés hablarme, mi número es... Y se fue el muy hijo de perra! He allí a mi primer histérico y lo que es mas increíble todavía es que al día siguiente...! Lo llamé!... Ni a mi analista se lo pude contar! Tirar así mi autoestima a la basura!...
Y por supuesto hay mucho más!