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Los mensajes sexuales que complicaron la situación judicial de Marcelo Corazza

Según el expediente judicial, el productor televisivo, procesado por corrupción de menores, le pedía a la víctima que le enviara fotos y videos desnudo.



Todo comenzó en noviembre de 2019, cuando la víctima, que era menor de edad en ese momento, comenzó a recibir mensajes en su cuenta de la red social de Instagram. “Estás refuerte” y “Sos lindo”, eran los halagos que recibía. El mensajero se había presentado como una persona conocida, que había estado en el programa Gran Hermano y, después de los primeros chats, le pidió que le mandara fotos y videos donde estuviese desnudo. A cambio, él le iba a dar dinero. Le indico cómo debían ser las imágenes: “acostado”, “mostrando partes intimas, adelante y atrás” y “en el espejo”. Y, para las filmaciones, había un pedido especial: el muchacho debía masturbarse. Todo a cambio de 5000 o 10.000 pesos que le transferían por una billetera virtual.

Así surge de la imputación a Marcelo Corazza, el primer ganador de la versión argentina de Gran Hermano. Ayer, en una resolución de 359 páginas, el juez federal Ariel Lijo amplió el procesamiento por el delito de corrupción de menores.

En el expediente, donde el Ministerio Público Fiscal, está representado por Carlos Rívolo, y sus colegas Alejandra Mángano y Marcelo Colombo, funcionarios a cargo de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), el muchacho está identificado como Víctima XVI.

Corazza y Víctima XVI, según el expediente, intercambiaron mensajes por Instagram durante un año y medio hasta que decidieron tener un encuentro personal.

La detención de Marcelo Corazza
“El primer encuentro personal habría sucedido al poco tiempo de que Víctima XVI cumpliera 18 años. Corazza y Víctima XVI luego tuvieron numerosos encuentros. Habitualmente las salidas comenzaban en un punto medio para ambos y Corazza invitaba a Víctima XVI a cenar a restaurantes, a boliches o eventos y estas salidas concluían, generalmente, en la casa de Corazza, en Tigre. A partir de estos encuentros, los intercambios de fotos y videos por dinero eran más esporádicos, ya que mantenían relaciones sexuales, las cuales implicaban únicamente que Corazza le practicara sexo oral a Víctima XVI. Si bien Corazza le habría solicitado en reiteradas ocasiones ´hacer algo más´ este último nunca habría accedido. Como intercambio de esos encuentros sexuales, Corazza le compraba zapatillas y teléfono celulares”, según el expediente judicial.

Por este hecho, Corazza, de 51 años, fue indagado el 21 de septiembre pasado. Lo primero que dijo fue que estaba “abrumado” por la imputación que le leyeron. “Me da asco la idea de un menor de edad, jamás estuve con un menor. No entiendo por qué me ponen en esa situación y por qué se toma como cierto esa declaración. Estoy obnubilado y desde marzo no puedo entender lo que está pasando”.

Sus abogados defensores, Gustavo Posleman y Horacio Semin, le preguntaron si le había preguntado la edad a Víctima XVI y Corazza respondió: “Si se la pregunté, era lógico preguntarle. Me dijo ´quedate tranquilo, tranqui, soy mayor´”. Y sobre los regalos que el muchacho dijo recibir, el exGran Hermano sostuvo: “Me gustaba regalarle, pero yo soy así. No era a cambio de favores sexuales. La relación fue mutando, se fue poniendo más profunda, tenemos otro tipo de relación. Él venía a casa y no pasaba nada, no era por eso. Me gustaba regalarle cosas y que esté bien, disfrutaba ese momento. No busqué enamorarme de una persona paso así, no fue algo que provoqué, se fue dando”.

Sus abogados le preguntaron si tuvo como finalidad “explotar” a la Víctima XVI: “No, ¿explotarlo que de manera? No hubo finalidad alguna, nos empezamos a conocer, yo quizás me fui enamorando, me hacía bien, la pasábamos bien. Salíamos a comer, no siempre a lugares caros y andar en bicicleta. Entrenábamos. Salíamos a caminar y a remar. Íbamos a remar. Yo lo iba a ver jugar al futbol. Íbamos al gimnasio con mi sobrino, Fran. Conoce a toda mi familia. ¿Qué finalidad?”.

Al valorar la prueba, el juez Lijo sostuvo: “Es posible concluir que, antes de que víctima XVI cumpliera la mayoría de edad, es decir al tener 17 años de edad, el imputado, por medio de dinero, lo promovía de manera insistente y aprovechando su situación de vulnerabilidad socioeconómica a realizar diversas acciones de tinte sexual que, cuanto menos, pudieron generar la posibilidad de desviar su libre crecimiento sexual y promover alteraciones en el curso de su normal desarrollo. Dichas propuestas, que en un principio consistían en solicitarle fotos y videos a cambio de dinero, sirvieron de modo de captación para lo que vendría luego, cuando víctima XVI cumplió la mayoría de edad y comenzaron los encuentros personales con el imputado, que trajeron consigo nuevas propuestas sexuales y de mayor tenor”.

El magistrado afirmó: “Corazza promovió la corrupción de la víctima, en tanto, a partir de sus propuestas de tinte depravado -como solicitarle que le enviara un video masturbándose- dio comienzo a la corrupción de la víctima, que nunca había realizado acciones de ese tipo por dinero y jamás se había vinculado sexualmente con otro hombre”.

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