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Los empresarios y la Economía

El sector ha coincidido en señalar los problemas con los que se enfrenta para desarrollar su labor. El Gobierno debería escuchar esos reclamos y actuar en consecuencia.

En la Sección "Economía" de Los Andes del domingo 2 del corriente se han publicado las opiniones de un importante conjunto de empresarios, que cubre todos los sectores de actividad y tipo de empresas, sobre la situación y perspectivas de la Economía. Son varios los aspectos que se pueden destacar. Sin duda que uno ellos es la notoria mejora del nivel de la actividad en 2010, respecto a 2009, año de recesión.

Hay coincidencia en señalar que el incremento del volumen de negocios contribuyó a sobrellevar una disminución de la rentabilidad en varios sectores de actividad. Respecto al año que se inicia en general se advierte un moderado optimismo y, en algunos casos, una cierta preocupación por las consecuencias sobre la economía de un año electoral.

Pero hay algunos problemas de envergadura en la economía sobre los que existe una generalizada preocupación, advertidas también en otras expresiones empresarias recogidas en nuestras páginas. Sin dudas que el primero de ellos es la inflación y sus efectos sobre los costos de producción y la competitividad de las empresas. El problema se agudiza en aquellas actividades más intensivas en mano de obra y en las que exportan sus productos y servicios.

En el caso de las exportaciones se acentúa la pérdida de competitividad dado que el aumento de costos interno va muy por encima del ajuste del tipo de cambio. Resulta evidente que quienes participan en mercados de fuerte competencia internacional no pueden trasladar a los precios los aumentos de costos; consecuencia, la rentabilidad es cada vez menor.

De lo anterior resulta un reclamo generalizado y el Gobierno debe encarar seriamente una política de contención de la inflación. Varios empresarios sugieren la necesidad de un consenso entre el Gobierno, los empresarios y los trabajadores para acordar políticas al respecto. Aquí se incluye el reclamo de sincerar y hacer creíbles las estadísticas para trabajar sobre bases ciertas y aceptadas por todos.

Otro asunto que se reitera en las expresiones empresarias, es la necesidad de que existan reglas de juego claras y estables, que hagan previsible el futuro de modo de estimular las inversiones productivas. En este punto es de gran importancia el problema de la carga tributaria; son numerosas las opiniones de que la carga tributaria sobre los que pagan ha superado los límites admisibles para las empresas. Hay valiosas opiniones sobre la necesidad de realizar un cambio integral del sistema impositivo argentino.
 
En este sentido resulta oportuno señalar la coincidencia con los resultados de una encuesta realizada entre los empresarios por una conocida consultora. Preguntados sobre cuáles son los mayores obstáculos a la inversión coinciden en señalar la excesiva presión tributaria, lo irracional de varios impuestos y la necesidad de que se acepte el ajuste por inflación en los balances para evitar gravar ganancias ficticias. Entre los temas que también desalientan las inversiones se encuentra una legislación laboral cada vez más onerosa y complicada.

En uno de los documentos conocidos en nuestra provincia en los últimos días se avanza en el análisis de las características y efectos de la política fiscal y monetaria. El crecimiento apoyado sólo en la demanda agregada, mediante políticas monetarias y fiscales aclaradamente expansivas, es inconsistente a largo plazo, se ha dicho, destacándose la necesidad de impulsar el crecimiento de la capacidad productiva.

Es aquí donde reside el núcleo duro de nuestra economía, el alto nivel de actividad económica de los últimos años ha sido a costa de consumir el capital moderno acumulado anteriormente. Algunos de los empresarios han destacado con claridad el grave problema que crea un excesivo gasto público y poca inversión en infraestructura. Todo ello pone un severo límite al crecimiento económico y requiere una seria reorientación de la política económica del Gobierno.