DOLAR
OFICIAL $1420.00
COMPRA
$1470.00
VENTA
BLUE $1410.00
COMPRA
$1430.00
VENTA

Los detalles del macabro hallazgo en Caballito de los cuerpos de una mujer surcoreana y su hijo de 13 años

Los cadáveres fueron descubiertos por el hermano de la víctima en un monoambiente del barrio porteño. Investigan un posible homicidio seguido de suicidio. La abuela del menor estaba en el lugar al momento del hecho.


Un trágico hallazgo conmocionó al barrio de Caballito: una mujer de 47 años, identificada como Eun Hye Ku, y su hijo adolescente de 13, Yoonsuk Ko, ambos de origen surcoreano, fueron encontrados muertos en el interior del monoambiente donde vivían, en la calle Galicia al 900. El hermano de la víctima fue quien descubrió los cuerpos, y dio aviso a la Policía de la Ciudad. La Justicia investiga un posible caso de homicidio seguido de suicidio.

De acuerdo con fuentes de la investigación, el hombre ingresó a la vivienda con su propia llave al no obtener respuesta de su hermana durante todo el día. Al entrar, se encontró con una escena estremecedora: la mujer estaba tendida boca arriba, con una bolsa de nylon en la cabeza y un cable de alargue blanco atado al cuello. Intentó reanimarla retirándole la bolsa, pero ya no presentaba signos vitales. A su lado, yacía el cuerpo del menor, con una remera rasgada a la altura del cuello.

Según se detalló, los cuerpos estaban ubicados entre la cocina y la cama. En el lugar también se hallaron un rollo de cinta adhesiva y una taza con un líquido incoloro sobre una mesa, que fue enviada a peritaje. La Unidad Criminalística de la Policía preservó cuidadosamente las manos de ambas víctimas y levantó huellas dactilares de la escena para ser analizadas en laboratorio. Tanto los cuerpos como los elementos encontrados fueron trasladados a la Morgue Judicial, donde se realizará la autopsia para esclarecer lo ocurrido.

Eun Hye Ku vivía en el departamento junto a su hijo y su madre, abuela del menor. Según relató el hermano, la familia se había instalado en Argentina hacía unos diez años, mientras que el esposo de la mujer seguía viviendo en Corea del Sur. El adolescente tenía autismo, y la mujer sufría de depresión y problemas respiratorios. En más de una ocasión, le habría expresado a su hermano su agotamiento por las dificultades que enfrentaba para cuidar sola a su hijo, así como sus deseos de no seguir viviendo.

El denunciante dijo que la llamaba diariamente para saber cómo se encontraba, pero al no recibir respuesta ese día, decidió acercarse. Tras el hallazgo, llevó a su madre —presente en la vivienda en el momento del hecho— hasta la cafetería familiar que atienden en la zona. La Justicia intenta ahora determinar si la abuela fue testigo de los hechos o si, por algún motivo, no advirtió lo que sucedía dentro del departamento.

El fiscal Mariano Orfila, a cargo del caso, trabaja con la hipótesis de un homicidio seguido de suicidio, aunque no se descartan otras líneas de investigación. El departamento no presentaba signos de violencia ni la puerta estaba forzada, lo que refuerza la versión aportada por el familiar. El resultado de la autopsia y los peritajes serán clave para esclarecer los últimos momentos de esta tragedia familiar.

Dejá tu comentario