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Las fanáticas de Justin Bieber no se enfrían

El canadiense se fue, pero continúa la euforia teen. Las beliebers son blanco de las críticas, pero ellas saben lo que hacen.

Gritan, lloran, se agarran la cabeza, el fanatismo pasa por el cuerpo. Con las hormonas que explotan y sin demasiados prejuicios las fans de Justin Bieber le dieron rienda suelta a su deseo sexual y no les importó el qué dirán.

Ellas fueron blanco de críticas por varios motivos, por el precio al que  pagaron las entradas (que superaron los 1500 pesos), por haber ocasionado algunos disturbios en el hotel donde se hospedaba el canadiense y sobre todo por las pintadas con expresiones sexuales.

Las beliebers no están locas, lo que hacen no está relacionado a un "trastorno de las adolescentes de la actualidad", el sentir atracción por un ídolo que es producto de la industria cultural podría parecer fruto de una alienación generada por el mercado a una masa de público adolescente que es manipulada para consumir discos, revistas, remeras, fotos, videos y el resto del merchandising.

Sin embargo, eso sería una visión sesgada que piensa a las jóvenes como personas manejables o con su raciocinio atrofiado, las chicas no son inconscientes respecto a que Justin vende, pero eligen dejarse llevar por el placer que les produce.

Sería ingenuo pensar que siguen al cantante solo por los acordes de su música, Justin Bieber además de cantar, baila, se queda en cuero en medio del escenario y lo que las chicas disfrutan está estrechamente relacionado al goce corporal.

¿Acaso las fanáticas de The Beatles no tenían que ser contenidas por la Policía para que no rasgaran la ropa de los chicos de Liverpool?

¿Acaso Sandro diciéndoles a sus fans que se pueden sacar el corpiño para estar más cómodas y ellas que le responden arrojándole al escenario bombachas no es un gesto sexual?

Por qué molestaron los gritos y las frases sexuales...tal vez porque las chicas se sacaron de encima los tabúes sociales respecto a lo que no se puede decir o sentir... tal vez porque son mujeres jóvenes las autoras de las frases subidas de tono (porque nadie se espanta ante la cantidad de guasadas que todos los días los hombres le gritan a las chicas por la calle)... tal vez porque la irreverencia molesta a quienes se contienen y no se atreven a expresarse sin pudor.