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Las "cirugías mediúmnicas" de João de Deus (IV)

Un famoso médium brasileño convoca a miles de personas y afirman que cura el cáncer, parálisis, cegueras y una gran variedad de enfermedades.

Hace más de una década, un equipo de investigadores brasileños llevó a cabo una investigación exploratoria y bastante incompleta sobre las cirugías espirituales de João. El objetivo principal fue evaluar con exactitud el procedimiento -con énfasis en la analgesia y asepsia- y si era real o simples trucos. Si bien los investigadores pudieron presenciar 30 cirugías, en sólo 6 casos obtuvieron mayor información que incluyó exámenes clínicos e histopatológicos de los tejidos extraídos en las intervenciones. Observaron que las cirugías no eran trucadas, los tejidos extraídos eran compatibles con el lugar de origen, no registraron casos de infección y sólo una mujer acusó dolor durante la incisión en un pecho.

No pudieron hacer un seguimiento postoperatorio pero, seis meses después, sólo obtuvieron el testimonio subjetivo (sin ningún informe médico que lo acredite) de cuatro pacientes que comunicaron su evolución: en dos casos (hepatopatía alcohólica/lumbalgia/hipermetropía y quiste macular/dolor abdominal idiomático) los pacientes afirmaron haber mejorado y en los otros dos (hemorragia retiniana y sinusitis crónica) no hubo cambios.


En consecuencia concluyeron que: "Las cirugías son reales, pero, aunque no fue posible evaluar la eficacia del procedimiento, no parece tener ningún efecto específico en la curación de los pacientes. Sin duda, nuestros hallazgos son más exploratorios que concluyentes. Se necesitan más estudios para arrojar luz sobre este tratamiento heterodoxo." [De Almeida, A.M., De Almeida, T.M, Gollner, A.M. (2000) Cirurgia espiritual: uma investigação. Rev. Assoc. Med. Bras.  46 (3): 194-200].

¿Y el Código Penal? Bien, gracias.

Amparado en sus buenos vínculos, poder económico y religión, João de Deus continúa violando la ley vigente con total impunidad y enriqueciéndose a costa de la desesperación de la gente.

La legislación brasileña es muy clara con respecto a "Los Delitos contra la Salud Pública" en su Capítulo III y especificados en los siguientes artículos:

El ejercicio ilegal de la medicina, odontología o farmacéutica

Art. 282 - Ejercer, aunque sea a título gratuito, la profesión de médico, dentista o farmacéutico, sin autoridad legal o excediendo sus límites:

Pena - detención de seis meses a dos años.

Párrafo único - Si el delito es cometido con o sin fines de lucro, también se aplica multa.

Charlatanismo

Art. 283 - Inculcar o anunciar la curación por medios secretos o infalibles:

Pena - detención, de tres meses a un año, y multa.

Curanderismo

Art. 284 - ejercer el curanderismo:

I - prescribiendo, administrando o aplicando, habitualmente, cualquier sustancia;

II - utilizando gestos, palabras o cualquier otro medio;  

III - haciendo diagnósticos:

Pena - detención, de seis meses a dos años.

Párrafo único - Si el delito es cometido mediante remuneración, el agente también está sujeto a multa.

Después de leer esto, no hay que ser un erudito en Derecho para darse cuenta que algo no está funcionando como debiera.

Denuncias e impunidad

"No hay denuncias contra él y mucha gente entiende que no es una práctica ilegal de la medicina, sino de la práctica religiosa", declaró Adriana Accorsi, Delegada General de la Policía Civil de Goiás y recientemente electa Diputada Estatal por el Partido dos Trabalhadores (PT) [Jornal Opção, Edição 1911, 19-25/02/2012].


Para que se entienda en un mejor contexto esta declaración 'políticamente correcta' de la funcionaria Accorsi, recordemos que João de Deus atiende en Abadiâna, municipio brasileño del estado de Goiás. Varios medios locales señalan vínculos entre el curandero y la presidenta Dilma Rousseff y el ex-presidente Lula da Silva, ambos del Partido dos Trabalhadores (PT) por el que fue electa diputada Adriana Accorsi [Veja São Paulo, 29/08/2014 - Jornal Opção, 30/06/2013 - Veja, 01/04/2012 - O Dia, 11/03/2012].


En cuanto a que "no hay denuncias contra él", en realidad las hubo y, si bien no fueron caratuladas como ejercicio ilegal de la medicina, sí estaban relacionadas con la actividad del curandero.

"¿Me trajiste a la nena?"

Era la clásica exclamación de "El Manosanta" encarnado por Alberto Olmedo, mientras un hilo de baba caía por la comisura de sus labios y delataba sus intenciones lascivas. Ahora veamos el caso del manosanta João de Deus.

Adriana Accorsi fue delegada titular de la Delegación de Protección de Niños y Adolescentes, es una lástima que no haya mencionado o recordado que, en 2008, João Teixeira de Faria fue denunciado por "fraude sexual" mientras atendía a una jovencita de 16 años que sufría ataques de pánico.

 


Según consta en la denuncia, João le habría pedido al padre de la joven, su acompañante en ese momento, que se ponga de espaldas y cierre los ojos. "Luego (el curandero) le acarició los pechos, el estómago, las nalgas y la ingle a la chica. No satisfecho, el denunciado tomó la mano de la víctima y, por encima de la ropa, la movió hacia arriba y hacia abajo sobre su órgano genital, diciendo que a través de ese tratamiento sería curada". Por su parte Rosângela Rodrigues Santos, Jueza de Distrito de Abadiânia, estaba convencida de que el acto inmoral existió pero que la chica estuvo en condiciones de evitar el episodio; por lo tanto, en 2010, consideró en su sentencia que el caso no podía ser calificado de "violación sexual mediante fraude" (art. 215 del Código Penal ) y declaró inocente a  João. El fallo fue apelado pero, en 2013, el Juez João Waldeck Félix de Sousa ratificó la decisión de primera instancia [Veja Brasília, 30/08/2013].


Los importantes vínculos con el poder que ha tejido João, siempre serán una garantía para evitar que alguna vez esté detrás de las rejas. Entre las muchas personalidades conocidas que lo visitan, también se encuentran Gilmar Ferreira Mendes y Luís Roberto Barroso, ambos ministros del Supremo Tribunal Federal (STF), la más alta instancia del poder judicial brasileño [Revista Brasileiros, 07/07/2013].

Milagros fallidos

Entre tantos milagros incomprobables que se le atribuyen a João, hay dos que no hizo y sus promotores prefieren olvidar. En ambos casos intervino la "justicia" porque hubo muertes de por medio.

  El primero data de 2003 y la víctima fue Javier Villa Real Bustos. Quebrando las reglas del periodismo local complaciente, la cronista Andréia Bahia informó lo siguiente nueve años después de acaecido el hecho: "Según la demanda, Javier habría abandonado el tratamiento convencional que hacía contra el SIDA para tratarse con João de Deus y, más tarde, murió en el Hospital De Doenças Tropicais (HDT). En el proceso, João de Deus está siendo investigado por homicidio doloso, con dolo eventual, o culposo, cuando no hay intención de matar. La causa estuvo parada durante todos estos años y recién ahora se remitió a la División de Homicidios de Goiânia, que pondrá en marcha la investigación" [Jornal Opção, Edição 1911, 19-25/02/2012].

Pero claro, la revisión de este caso estaba relacionada con una nueva muerte acaecida ese mismo mes de la publicación.

El portal de noticias de la Asociación de Papiloscopistas Policiales del Estado de Goiás (APPEGO), con un dejo de ironía había informado lo siguiente una semana antes: "La ciudadana austríaca, Martha Rauscher, de 58 años, se hospedó el 21 de enero [2012] en uno de las decenas de albergues de Abadiânia, a 88 kilómetros de Goiania, una ciudad situada a las márgenes de la BR-060 [carretera federal]. Como miles de otros extranjeros, ella pretendía permanecer un mes en el municipio goianiense en tratamiento en la Casa de Dom Inácio de Loyola, pero no tuvo tiempo de comprobar los poderes del médium João Teixeira de Faria, el João de Deus, que dirige el centro espírita. En la noche del 2 de febrero, en el templo, Martha murió. La información preliminar indica que ella sufrió un Accidente Cerebro Vascular (ACV) [Longo, M. Austríaca morre em Abadiânia. APPEGO, 10/02/2012].


Como siempre, todo quedó en la nada y el caso fue archivado por la fiscal Cristiane Marques de Souza [Veja Brasília, 30/08/2013].

João de Deus es un gran fraude que goza de impunidad en su país, pero se ha extendido por el mundo y conviene estar alerta.