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La tragedia de Flores tiene dueño 

Ricardo Papadopulos tiene 21 años. Estaba prófugo y se entregó en la tarde de Navidad. 

conductor tragedia flores
conductor tragedia flores

El viernes por la tarde, luego de una penosa, desorganizada y lamentable puesta en escena, se entregó el conductor prófugo que atropelló a una mamá y su chiquito cuando cruzaban en la esquina de Directorio y San Pedrito.

Su nombre es Ricardo Papadopulos, tiene 21 años, viste bien y con ropa de marca, bajo en una puerta de la comisaría de la ciudad de la calle Scalabrini Ortiz, y no bien desciende del BMW del Dr. Herrera, su abogado, y declara a los periodistas dos cosas importantes, que quien manejaba era él y que le pedía perdón a la familia de las víctimas, un buen comienzo, diría yo.

Lo concreto es que manejaba sin licencia de conducir, se presume a alta velocidad, si consumió algún a sustancia lo dirá la investigación. Estuvo escondido una semana, vaya a saber, esperando qué cosa.

Evidentemente, nos van a contar la ya sabida historia, que se asustó, que no supo qué hacer, qué estaba paralizado y demás excusas del estilo en estos casos. Hay algo realmente que le jugará en contra para salir excarcelado: se escapó del lugar del hecho, manejaba sin licencia y se presume a alta velocidad y violó la luz roja del semáforo.

Casi sin temor a equivocarme, le anticipo que con seguridad la acusación que tiene por el momento de “Homicidio culposo agravado”, lo cual, en principio, le permitiría estar en libertad, podría ser cambiada a  “Homicidio simple con dolo eventual”, figura que, de aplicarse con más frecuencia, sin dudas terminaría en buena parte con una gran cantidad de incidentes viales que padecemos a diario.

El abogado defensor sostiene -no sé con qué elementos- que Papadopulos circulaba a 55 km por hora. La pericia accidentológica será determinante. Sostiene que manejar sin licencia es una contravención, y es cierto. Pero el manejar sin poder hacerlo demuestra dos cosas: el total desprecio por la ley y, por sobre todas las cosas, por los daños que puede generar su conducta caprichosa.

Estamos en presencia de un joven presumido y caprichoso, sin límites y mucho menos respetuoso del otro. Sospecho que hay consumo y abuso de alguna sustancia, la pericia toxicológica, nos indicará si estoy en lo cierto.

¿Dónde debe estar este desequilibrado hombre? En prisión hasta el juicio oral, tal vez así podrá tener un poco de consuelo la familia que sufrió el accidente y que este revoltoso tenga tiempo de meditar y pagar por la muerte de una inocente criatura y por las secuelas en la salud de la madre. 

¿Un consejo? Si consume alcohol o drogas, no maneje…   

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