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La suspensión de Ana Rosenfeld: una caída sin final

La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la suspensión impuesta por la Sala I del Tribunal de Ética del Colegio Público de Abogados.


El Máximo Tribunal rechazó por inadmisible el recurso intentado por los defensores de la reconocida abogada.
 
Mucho explicó públicamente la Dra. Rosenfeld pero no alcanzó para que dejen sin efecto la sanción impuesta en una de las tantas denuncias que tiene la abogada. Seguro que en el próximo capítulo, porque se viene otro, la próxima e inminente sanción será la exclusión de la matrícula. Esto significa que no podrá ejercer nunca más como abogada en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. La letrada cuenta que la mayoría de sus causas las tiene en la Provincia de Buenos Aires, cosa que no está confirmada, pero será una cuestión de tiempo para que los problemas crucen la Avenida General Paz.

Seguramente ahora escuchemos una serie de excusas por parte de la abogada, pero lo concreto es que en innumerable cantidad de casos la letrada no ha respetado el código de Ética que regula nuestra actividad, y todos parecen tener un común denominador: la abogada pacta honorarios contrarios a la ley, con lo cual, ante la denuncia de la parte afectada, llega una sanción, que va de menor a mayor. Comienza con el apercibimiento y culmina con la exclusión de la matrícula.

La letrada sigue contando la historia de que se sintió violentada moral y espiritualmente por la conducta del actor Juan Darthes, pero les aseguro que su salida del equipo de letrados que asisten al artista tiene una razón directa, no quiso pagar más honorarios a la cuestionada letrada. Tal vez algún día el actor cuente los verdaderos motivos del alejamiento profesional. Y lo peor es que no conforme con la renuncia, tratando de obtener un rédito personal, salió a hablar pestes de su ex cliente en cuento medio la oyera. Esto fue lo que motivó la denuncia que hizo un abogado contra la despechada letrada. La falta de profesionalidad y de lealtad fue lo que le costó a la mediática abogada la sanción que se le impuso.
 
La Sala de la Cámara de Apelaciones que revisó la sanción dijo concretamente para este caso: "La relación cliente-abogado es uno de los pilares del Código de Ética Profesional y siempre se ha insistido en la importancia de la relación de confianza que debe existir entre ellos". 
 
También, consideró que la letrada “se había apartado de los principios de lealtad, probidad y buena fe”, que tienen especial importancia en el ejercicio de la abogacía. Y esto, de alguna manera, pone un broche final a los múltiples reclamos que tiene la célebre abogada.
 
A veces se invocan razones personales y/o morales, pero lo concreto es que son razones de PESOS. Tal vez, hoy todos los que se sintieron desencantados con la Dra. Rosenfeld obtengan algo de paz. Esta vez, SÍ se hizo JUSTICIA.   
 
 
 

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