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La isla de la perdición : El misterio del tesoro maldito de la isla OAK

Se trata de una isla canadiense que encierra un sinfín de enigmas sin resolver.

La isla de Oak, también conocida como isla del Roble, mide casi 57 hectáreas, forma parte del condado de Lunenburg, en el litoral sur de Nueva Escocia, Canadá, en la costa del océano Atlántico, y es una de las casi 360 pequeñas islas de la bahía de Mahone.


A sólo 11 metros sobre nivel del mar, podría presuponerse que es un sitio sin demasiado valor agregado. Claro que en ese islote alejado existen leyendas y mitos desde tiempos del siglo XVIII sobre potenciales riquezas escondidas, que se entrecruzan con monumentos encontrados que, inertes, denuncian potenciales rituales masónicos. Un combo que, en la búsqueda de la verdad, encuentra más dudas que certezas.

Sorprende porque, a pesar de todos los vestigios encontrados en su superficie, y por las continuas excavaciones que padeció, en la actualidad está deshabitada, aunque es una propiedad privada, por lo que para visitarla -y mucho más si se quiere hacer algún estudio- se requiere la debida aprobación de sus dueños.

Lo otro que sorprende es que la leyenda sobre un tesoro maldito de la Isla de Oak, además de monumentos allí hallados tiempo atrás, están relacionados aparentemente con la masonería, o con rituales de ese culto secreto.

Envuelta en enigmas, a partir de varias excavaciones realizadas durante más de 200 años, la muerte pareció ser la constante en todas esas travesías, rozadas por tragedias inexplicables.

En los primeros años del siglo XIX la leyenda cita el hallazgo de una enigmática excavación, justo enfrente de un árbol de roble. Debido a las características del pozo, y a que se descubrió una piedra tallada en la que se especificaba el supuesto entierro de un tesoro de más de dos millones de libras esterlinas, justo debajo de donde se desenterró una especie de arcón o cofre de madera.

Quienes descubrieron el sitio enseguida lo asociaron, por la manera en que estaba marcado y por los elementos utilizados, como una metodología utilizada por ritos de la masonería. Además, conjeturaron que las misteriosas formaciones de piedra y las piezas encontradas en posteriores excavaciones, en especial las denominadas la Cruz de Nolan, un monumento en forma de cruz que abarca 300 metros, aproximadamente.

En el siglo XXI 

El investigador noruego Petter Amundsen expuso tras su expedición en 2003, mucho después de todos aquellos acontecimientos, que en verdad la mal llamada Cruz de Nolan no representa a una imagen cristiana, sino que se emparenta directamente con el Árbol de la Vida de la Cábala Judía, ya que sería parte de una formación más compleja.

En ese sentido, el Árbol de la Vida no debe descartarse con ritos masónicos, a partir del esoterismo judío. Para ello, también cuenta que durante algunas excavaciones efectuadas entre 1805 y 1810 se descubrió un pozo con nueve plataformas realizadas en roble, una madera muy fácil de hallar allí.

Al lugar se lo llamó "Pozo del Dinero", en cuyo nivel más bajo se encontró una placa grabada con un mensaje cifrado.

Todo esto rememora las ceremonias de iniciación de la masonería: el Santo Arco Real y el Arco Real de Enoc, que se conmemora a partir de una historia hebrea: los judíos descubren una bóveda secreta del Rey Salomón, mientras reconstruían el Templo de Jerusalén (en 534-516 a. C.). Allí descubren una placa de oro en la que aparecía escrito el nombre secreto de Dios.

Historias comparadas

La similitud del relato sobre el Santo Arco Real con la leyenda del pozo de la Isla Oak es ineludible, porque las similitudes saltan a la vista: el templo de Enoc tenía nueve niveles y en el último fue donde se halló la placa de oro con el nombre secreto del todopoderoso. A partir de esa idea los investigadores se preguntan si la placa encontrada en la perdida isla canadiense no tiene registrado el nombre secreto de Dios.

Lo que lleva a pensar que los masones conocieron el sitio y lo utilizaron como el lugar elegido para practicar sus diferentes rituales, incluidos los de la iniciación

¿Masones o no tanto? 

¿Qué tipo de tesoro hay? De ser cierto lo de los dos millones de libras esterlinas enterrados, pero que no tiene nada que ver con la masonería, entonces muchos lo relacionan con el tesoro del capitán William Kidd o Edward Teach (Barbanegra), quienes dijeron que sepultaron sus tesoros "donde nadie más que Satán y yo mismo pueda encontrarlo", citaron. Y que la isla era ideal como escondite.

Otros piensan en un tesoro naval de un galeón español o de tropas británicas de la revolución estadounidense. John Godwin concluyó que, debido al tamaño y complejidad, puede tratarse de una obra de ingenieros navales franceses que ocultaron el tesoro de la Fortaleza de Luisburgo después de que cayera en poder británico durante la guerra franco-india.

Una tercera teoría habla, sin tantos sustentos, de que allí se habrían escondido unas cuantas joyas de María Antonieta, quien habría ordenado a su doncella tomar algunas de sus posesiones e intentar huir durante la Revolución Francesa. La mujer, que habría escondido todo entre su ropa interior, al llegar a Londres ayudada por oficiales de la marina francesa, luego siguió rumbo a Nueva Escocia, con instrucciones precisas de la reina.

Entre los relatos se cita que María Antonieta contrató a la naval francesa para cavar el pozo que poco después habría descubierto Daniel McGinnis en 1795.

En tanto, en 1953 se publicó el libro "The Oak Island Enigma: A History and Inquiry Into the Origin of the Money Pit", de Penn Leary, quien expresa que el filósofo inglés Francis Bacon usó el pozo para ocultar documentos que lo avalan como autor de las obras de William Shakespeare.

Otros le atribuyen el supuesto tesoro a la obra de los Caballeros Templarios como su escondite para el Santo Grial o el Arca de la Alianza, que habría sido llevada por esa logia a Escocia, donde la familia noble Sinclair los habría ayudado a esconderlo en Nueva Escocia.