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La crisis que desató el "Chapo Lanatta"

Guzmán y Lanatta, dos prófugos unidos por el crimen y el narcotráfico, cayeron por azarosas circunstancias.

Con escasa diferencia de horas concluyeron dos fugas unidas por el crimen y el narcotráfico. Más que éxitos de investigadores y sabuesos, "El Chapo" Guzmán y Martín Lanatta cayeron por azarosas circunstancias: vecinos sicofantes o, como en el caso de Lanatta, el fracaso de una fuga que solo tenía garantizada la salida del penal. Lo demás era "a la carga barracas". Como en una fuga de Los Tres Chiflados, siguieron atados entre sí por la misma cadena hasta el momento de la caída de Lanatta. Pero los otros dos no andan lejos.

Cualquier protocolo de seguridad desaconseja lo que en esta búsqueda y captura fue rutina: la superposición de fuerzas, efectivos y mandos. Espías de la AFI, Policía Federal, Bonaerense, santafesina, Prefectura, Gendarmería y Seguridad Aeroportuaria. Un delirio que alcanzó el colmo con el megaoperativo sobreactuado del traslado de Lanatta descalzo y maltrecho con cientos de soldados, un despliegue de armas que, si a alguien se le escapaba un tiro, comenzaba la tercera Guerra Mundial.

A Patricia Bullrich no le dieron una pista falsa, le dieron lo que se estaba generando: un reporte caótico de información imprecisa y trucha. Las redes sociales disparan datos que nadie chequea, y las propias fuerzas de seguridad se nutren de ellas y las divulgan. Tampoco chequearon las máximas autoridades. Eso no es pista falsa. Eso es improvisación a la hora de ser extremadamente cautos cuando se le pasa información al Presidente.

No hubo mano negra. Fue un acto más de este zafarrancho en que se convirtió la búsqueda y captura de tres asesinos. Por suerte, uno fue recapturado...