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Juicio por Fernando Báez Sosa | Los abogados aseguraron: “No vamos a detenernos hasta que todos tengan perpetua”

Fabián Améndola y Fernando Burlando pidieron la pena máxima para los ocho rugbiers juzgados por el crimen del joven estudiante de Derecho. “Si alguno no tuviera perpetua, iríamos a las instancias superiores”, adelantaron. 


La que pasó fue una semana marcada por los alegatos del juicio por el aberrante crimen de Fernando Báez Sosa. El juicio, que contó con 15 audiencias con una gran cantidad de testigos y elementos probatorios,  está próximo a llegar a su fin.

Será el 6 de febrero el día que se sabrá si, finalmente, el Tribunal Oral en lo Criminal de Dolores condena a los acusados y, de hacerlo, se sabrá la pena que recibirán. En este sentido, Fabián Améndola, uno de los abogados que representa a los padres del joven asesinado, aseguró en diálogo con TN que esperan una condena a perpetua para todos los imputados, y que en caso no de ser así, acudirán a las instancias superiores de la Justicia.

Sucede que tanto la fiscalía como los letrados que representan a los padres de la víctima pidieron que los imputados sean condenados a perpetua. Ninguna de las dos partes sugirió una pena menor, ya que entienden que los acusados formaron parte de un plan criminal en el que planearon emboscar y matar a Fernando a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell.

Sin embargo, en sus alegatos el defensor Hugo Tomei planteó una salida distinta para sus clientes y, aunque parezca un poco improbable, sugirió que todos los rugbiers deberían ser absueltos. Según dijo, este pedido tiene que ver con cuestión totalmente técnica. “Lo que ayer nos pasó (por los alegatos de la fiscalía y el particular damnificado) es escuchar cosas que no están incluidas en la acusación. Desde ese lugar, voy a pedir la absolución de los imputados. Ese hecho no está probado”, sostuvo.

Y agregó: “Se prueba lo que se imputa. Pero se imputó otra cosa distinta de lo que se alegó ayer. La imputación inicial habla de cinco sujetos en la golpiza, pero en cambio los alegatos (de la fiscalía y los abogados Burlando y Améndola), de los ocho”.

De todos modos, aclaró que en caso de que el tribunal compuesto por los jueces María Claudia Castro, Christian Ariel Rabaia y Emiliano Javier Lázzari no considere esa salida, en su lugar aceptaría una condena por homicidio en riña, delito que prevé una pena de cárcel que va de dos a seis años.

Del mismo modo, aceptó también una sentencia orientada hacia un homicidio preterintencional (que tiene una pena de prisión que va de tres a seis años) o en su defecto un homicidio simple con dolo eventual, con una pena que va desde los 8 hasta los 25 años de prisión.

Por fuera del alegato de Tomei, que duró casi tres horas y contó con muchas chicanas para los medios de comunicación y el abogado Fernando Burlando, lo cierto es que los letrados que representan a los papás de Fernando Báez Sosa no esperan, ni aceptan, una pena menor a la que pidieron.

“Obviamente tenemos una gran expectativa de que se condene a los 8 a la pena de prisión perpetua. Si alguno no resultara con esa pena, iríamos a las instancias superiores a reclamar un fallo adecuado a los hechos y a la responsabilidad que tuvo cada uno”, aseguró en diálogo con este portal el letrado Améndola.

En este sentido, aclaró que no van a detenerse hasta que todos los acusados reciban perpetua y que a las instancias judiciales a las que pueden recurrir son tres: el Tribunal de Casación, la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires y finalmente la Corte Suprema de la Justicia de la Nación.

Del mismo modo, el abogado explicó que desde la posición que tiene como particular damnificado, el juicio, que comenzó el 2 de enero y se extendió hasta el 26 del mismo mes, resultó “muy bueno” y que además cumplió con las expectativas que tenían antes de comenzar.

“El desarrollo fue normal, no hubo ningún incidente, los testigos pudieron brindar sus declaraciones e incluso muchos de ellos lo hicieron de forma más extensa que lo que había sido la instrucción de la causa, así que consideramos que hubo mucha mayor producción de prueba y que el tribunal pudo advertirlo e incluso eso después pudimos volcarlo en los alegatos”, cerró.

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